martes, 15 de julio de 2014

Nadine Gordimer: el apartheid en 10 libros


«El último mundo burgués», 1966
Tras recibir un telegrama en el que se le transmite el suicidio de su exmarido, Liz, impactada por la noticia, rememora aquella relación, marcada asimismo por los avatares políticos que estaban sucediendo en Sudáfrica. Como en muchos cuentos y novelas de Gordimer, aquí se desarrolla una historia de amor con el trasfondo de los conflictos raciales, como había reflejado poco tiempo atrás en la novela «Ocasión de amar», otra historia turbulenta entre un pintor negro y una joven blanca.

«Un invitado de honor», 1970
En esta ocasión, Gordimer habla de un indefinido país africano que acaba de independizarse para urdir un argumento donde las suspicacias e hipocresías políticas se hacen patentes. El coronel Bray, antes perseguido pero ahora invitado de honor del nuevo presidente, un antiguo camarada de lucha armada, verá que el nuevo gobierno en realidad esconde bajezas que él no sabe cómo abordar, más después de haberse enamorado perdidamente de una joven.

«El conservador», 1974
Una de las obras más difundidas de la autora sudafricana. Se narra la peripecia de un empresario maduro que no quiere renunciar a las mujeres ni a la buena vida, en parte proporcionada por la explotación a la que somete a los negros que cuidan de su finca o demás siervos que le facilitan todo. Gordimer consigue aquí recrear la vida de diversos grupos sociales, de los guetos especialmente, comparando la existencia burguesa en el campo y la ciudad.

«La hija de Burguer», 1979
La muchacha a la que alude el título responde a Rosa, a cuyo padre, cuando ella era tan solo una niña, condenaron a cadena perpetua tras acusarlo de revolucionario. La muerte del pobre hombre despertará la conciencia de Rosa, y la trama entonces se desplegará hacia el origen del Partido Comunista sudafricano o la lucha antiapartheid, a medida que la mujer, convertida en investigadora, descubre el pasado de su padre mediante antiguas amistades y familiares.

«La gente de July», 1981
La realidad racista en Sudáfrica era terca, y Gordimer respondió a esa injusticia con esta historia sobre Maureen y Bam Smales, una pareja muy concienciada con el conflicto racial que siempre trata con tacto a su criado negro, July. Pero entonces surgen unas revueltas populares y los Smales han de esconderse en la aldea de July por temor a que atenten contra su vida. Se cambian, pues, las tornas: los amos son los vigilados, y habrán de adaptarse a ello.

«La historia de mi hijo», 1990
He aquí la historia de Sonny, hombre respetado y culto que vivirá la irrupción en su vida de una activista blanca; historia descrita por el cronista de la vida familiar, su hijo Will, que está obsesionado por su padre y por la amante, Hannah. Ésta está consagrada a defender los derechos de los negros, a través de una ONG, en una Sudáfrica que «atrae a la gente no sólo por necesidad económica, sino también por la fascinación del compromiso en la lucha política».

«Nadie que me acompañe», 1994
Gordimer se centra aquí en el perfil de mujer blanca, de profesión jurista, que se entrega a la defensa de los derechos de los negros pero que en ello encuentra problemas en el orden personal. Lo interesante es que se recrea la etapa posterior a la abolición del apartheid y se desarrolla el proceso de una persona que ha de cumplir con su compromiso profesional al tiempo que lleva a cabo sus ideales de justicia social; aunque tal cosa provoque a veces situaciones familiares injustas y deslealtades.

«Atrapa la vida», 2006
Un hombre llamado Paul Bannerman debe enfrentarse a un cáncer de tiroides y, por culpa de un tratamiento químico muy intenso, se convierte en una persona radioactiva. El resultado es que su relación con sus padres, su esposa y su hijo cambian por completo, pues tiene que alejarse de todo contacto humano evitar contagios. Aislado en la casa paterna, Paul deberá replantearse en soledad sus propias contradicciones: las de un ecologista enfrentado a la energía nuclear. 

«Beethoven tenía algo de negro», 2008
Gordimer se dedicó desde el inicio de su andadura literaria al género del relato, con el libro «Six Feet of the Country» (1956), que va a practicar toda la vida. Es muy de destacar este volumen que agrupa un conjunto de historias donde se aborda la reivindicación inversa de los negros, que exigían los mismos derechos que los blancos. Pero Gordimer da la vuelta a esa idea y hace al hombre blanco, con gran ironía, como sufridor de problemas que nos acucian hoy en día.

«Mejor hoy que mañana», 2012
Novela que sigue los pasos de una familia de Johannesburgo desde finales del siglo XX hasta 2009. En ella, aparecen disquisiciones políticas en boca de un numeroso grupo de personajes que proyectan cómo la conciencia colectiva está obligada a la convivencia, a olvidar o recordar lo sucedido en el país siempre con un trasfondo de desencanto. Pues pese a Mandela, a los sacrificios, a la reconciliación, Sudáfrica no puede abstraerse de la mixtura que a tantos incomoda.


Publicado en La Razón, 15-VII-2014