miércoles, 12 de enero de 2022

Entrevista capotiana a Elena Moya

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Elena Moya.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Los brazos de la persona a la que quiero.

¿Prefiere los animales a la gente? No, la gente, siempre.

¿Es usted cruel? No.

¿Tiene muchos amigos? Sí, es un auténtico privilegio y de lo mejor de la vida.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Autenticidad, buenas intenciones, intereses en común, compromiso, generosidad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Siempre hay alguna decepción, pero con la edad te equivocas menos porque filtras más y puedes ver mejor a través de las personas.

¿Es usted una persona sincera? Sí. No soporto la hipocresía, pero tampoco quiera decir que uno tenga que decir todo lo que piense. A veces es mejor callar – por educación, o porque uno no puedo tener 20 batallas en un día. Hay que dosificarse y seleccionar.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Jugando a fútbol, leyendo, corriendo por los parques de Londres. Con amigos.

¿Qué le da más miedo? Perder a un ser querido.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Cada vez me sorprenden menos cosas, pero me escandaliza ver cómo se despilfarra el dinero público. Hay mucha gente muy necesitada, cada euro que se destina a la nada me duele. Este país (y todos) serían mucho mejores si tuviéramos la mitad de alumnos por clase o el doble de profesores, y eso  no cuesta mucho. No entiendo por qué no se hace. Se gasta mucho en cosas mucho menos importantes.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Mi sueño hubiera sido ser jugadora de fútbol profesional. Estoy encantada que eso ahora sea más o menos posible.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Fútbol, bici, tenis, correr.

¿Sabe cocinar? Lo intento. Me gusta. Mi plato estrella es el ceviche y la fideuà (soy de Tarragona).

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Don Quijote es mi gran héroe. Nunca sucumbió. Era el más grande y noble. Un contrario.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Serendipity. Hay que estar abierto a todo y dejarse llevar cuando la vida empuja. La vida a veces nos sorprende de manera muy positiva.

¿Y la más peligrosa? Egoísmo.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No. En una novela hay que querer a los personajes malos. Yo soy de tender puentes (por eso mi ultimo libro se titula “La otra orilla.” Hay que tender puentes y buscar soluciones. Nunca estamos tan lejos de la parte en principio contraria.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Creo en la creación de riqueza y luego en su distribución. Hay que hacer las dos cosas. El máximo beneficio para el máximo número de personas.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Estoy contenta como estoy pero – jugadora de fútbol profesional, hubiera sido fantástico (o no…).

¿Cuáles son sus vicios principales? Una copita de vino al acabar el día.

¿Y sus virtudes? Leal, honesta, amiga de mis amigos. Trabajadora y comprometida.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? A todas las personas que he querido y me han querido. Es todo lo que tenemos.

T. M.