Es continua la presencia de Stefan Zweig, sobre todo desde que su obra quedara libre de derechos. Dentro, específicamente, de su correspondencia, tuvimos la ocasión de conocer sus cartas a escritores como Herman Hesse o Joseph Roth, o a su primera mujer, Friderike, y ahora tal cosa la extiende Ediciones 98. Hace poco esta editorial ofreció dos volúmenes de los diarios del autor, y ahora proporciona su epistolario americano junto a su segunda mujer, Lotte, en lo que es un conjunto de textos inédito en español y que nos arrojan luz sobre la pareja, que acabaría suicidándose en Petrópolis (Brasil), en 1942.
La edición viene
a cargo de de Darién J. Davis, profesor
en Middlebury College de Vermont, y Oliver Marshall, especializado en las diásporas y migraciones
en el mundo atlántico, y la traducción es de Virginia C. Ghent. Se han reunido, pues, las misivas que tanto el
escritor austriaco como Lotte –una mujer delicada y enfermiza, que
padecía asma y encontró la muerte voluntaria muy joven, dado que había nacido
en 1908–, enviaron a sus familiares cuando acababan de escapar de la guerra en
1940. Habían alcanzado Londres, y desde allí emprenderían un itinerario que les
iba a llevar a Nueva York, Argentina y Brasil. La vida en el exilio y la
incertidumbre de los acontecimientos que estaban asolando Europa se asoman en
estas páginas que evocan la última carta de Zweig a su primera esposa,
diciéndole que pronto él iba a estar mucho mejor, ya previendo cómo se
despediría del mundo.
Lo que él
llamaba “pensamientos negros” depresivos y la desesperanza de que la contienda
armada acabara pronto son los pretextos para ese aciago desenlace. Las
conferencias, la tristeza por no volver al hogar, la falta de acceso a su
biblioteca o a sus manuscritos, su inminente sexagésimo cumpleaños fueron gotas
que colmaron el vaso de la paciencia de Zweig. Lotte
explica que está preocupada por él, ante lo que llama un verdadero asesinato en
masa. Pero al final su único deseo será marcharse de la oscura sombra del
nazismo, que había viajado con ellos allende el océano.
Publicado en La Razón, 10-VI-2023