sábado, 11 de septiembre de 2021

Entrevista capotiana a Carolina Sarmiento

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Carolina Sarmiento.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? La Tierra, hay que soñar a lo grande.

¿Prefiere los animales a la gente? No, del mundo animal me quedo con la gente. A los animales todavía no los entiendo. O ellos a mí.

¿Es usted cruel? Como una bruja si tengo hambre y me comes el último bocado del bocadillo.

¿Tiene muchos amigos? Muchos y amigos no concuerda. Tengo unos pocos amigos a quienes quiero mucho.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que nos cuidemos.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Hay algún caso, pero pasado un tiempo entiendo que pasaban por una etapa difícil. Que no era nada personal.

¿Es usted una persona sincera? Claro, si miento se me nota.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Dejándome llevar por el tiempo atmosférico.

¿Qué le da más miedo? La muerte.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La deriva hacia la simplicidad.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Pintar y fotografiar.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Respiro y camino. Con eso me mantengo.

¿Sabe cocinar? Tres o cuatro cosas.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Pipi Calzaslargas.

Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amor.

¿Y la más peligrosa? Rencor.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, ni en sueños.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Progreso social.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Vaca en un puerto y lectora.

¿Cuáles son sus vicios principales? Encajar trasero y cabeza en la división del sofá y estirar las piernas.

¿Y sus virtudes? Silbo lo que quieras, sé hacer el moon walk.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? ¿Clásico? La de Ulises y su tridente. ¿Vital? Prefiero no invocar la mala suerte.

T. M.