sábado, 7 de mayo de 2022

Entrevista capotiana a Amós Milton

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Amós Milton. 

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? ¡El mundo! 

¿Prefiere los animales a la gente? A ratos cada uno. 

¿Es usted cruel? A veces conmigo mismo. 

¿Tiene muchos amigos? Los tengo buenos. 

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que sepa dar abrazos. 

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Los amigos de verdad, no. 

¿Es usted una persona sincera?110% En la India aprendí que no hace falta mentir para ser tú mismo y que la verdad te hace maravillosamente libre. Te aparta de las trampas de la vida. 

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Holgando. 

¿Qué le da más miedo? La sinrazón. 

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? El fanatismo. 

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Quiero lo que hago y quiero lo que quiero. Cuando no escribo trato de hacer cosas que amo. 

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Varios, pero lo que no perdono ningún día de mi vida son unos minutos de yoga cada mañana. 

¿Sabe cocinar? Es otra de las cosas que amo. 

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A uno de los desgraciados más admirables y brillantes de la historia: Miguel de Cervantes. Pero tampoco me importaría hacerlo sobre Sócrates. 

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Presente. 

¿Y la más peligrosa? Yo. 

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Matarlo yo no, pero que se muriera... 

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Nulas. 

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Yo en modo alegría perenne. 

¿Cuáles son sus vicios principales? La buena/mala vida.

¿Y sus virtudes? La puñetera tozudez. 

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Ya pasé una vez por esa situación. Y lo único que me vino a la cabeza fue: “que absurdo acabar así...” 

T. M.