En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Darío Jaramillo Agudelo.
Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? La casa donde vivo en Bogotá.
¿Prefiere los animales a la gente? No.
¿Es usted cruel? Creo que no. A lo mejor, como todo el mundo, he cometido crueldades, pero no porque me lo proponga.
¿Tiene muchos amigos? No. Estoy en una edad en la que cada vez tengo menos amigos, pues se me están muriendo.
¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que me soporten, que me adviertan cuando estoy metiendo la pata.
¿Suelen decepcionarle sus amigos? No.
¿Es usted una persona sincera? Ante todo, procuro no hablar mucho y no mentir.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Desde cuando me jubilé, hace 18 años, dedico todo mi tiempo a hacer nada. Y no logro acabar de hacerlo: la nada es inmensa.
¿Qué le da más miedo? No poder valerme por mí mismo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Vivimos un momento en que todos hemos perdido nuestra capacidad de escandalizarnos.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Muy joven decidí no ser escritor. Vivir de otras cosas. Escribir en mis tiempos libres. No me arrepiento.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico? No.
¿Sabe cocinar? Pocas cosas.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A mi bisabuelo, Fernando Roldán, que decía que no rezaba para que Dios le diera comida ni dormida, sino para que le diera hambre y sueño.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? No se me ocurre.
¿Y la más peligrosa? Tampoco se me ocurre.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, pero tu pregunta me está dando varias ideas: ¿exterminar a varios jefes de estado?
¿Cuáles son sus tendencias políticas? El mejor gobierno es el gobierno que menos gobierna.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? No lo sé.
¿Cuáles son sus vicios principales? La paciencia.
¿Y sus virtudes? También la paciencia y mi amor al silencio.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Tengo enfermedad pulmonar y, por eso, con frecuencia necesito conectarme a un tanque de oxígeno para no ahogarme, mi experiencia es que cuando me estoy ahogando en lo único que pienso es en la necesidad de que el oxígeno llegue al pulmón y no tengo lugar para que me pasen más cosas por la cabeza.
T. M.