Algunas de sus obras narrativas y teatrales fueron adaptadas a la
televisión (este mismo libro, “Un paraíso inalcanzable”) y al cine (“Viaje
alrededor de mi padre”, con Lawrence Olivier), y firmó guiones de relevantes
producciones, pero el éxito nacional o de alcance anglosajón tiene también sus
fronteras. No tengo noticia de que alguna otra historia de John Mortimer se
hubiera traducido al español –en esta ocasión, la responsable es Magdalena
Palmer–, y quizá es porque el aparente interés de su obra –la vida provinciana
inglesa– opera desde lo local sin lograr la universalidad literaria de otros
autores que convirtieron tal cosa en todo un tema literario, como Austen o
Hardy. En mi opinión, Mortimer se limita demasiado a pinceladas frívolas y, con
la intención de ser ligero en lo narrativo y humorístico en la cotidianidad
familiar que presenta, no alcanza la intensidad debida y el relato carece de
garra.
“Un paraíso inalcanzable” es la primera novela de una trilogía
protagonizada por Leslie Titmuss y que Mortimer publicó durante los años
ochenta y noventa. Se nota que es un autor bregado en la televisión por la
viveza de sus diálogos, y eso puede mantener la atención del lector, aun
percibiendo que nada particularmente extraordinario va a ser contado. Todo avanza
en torno a la muerte de un conocido párroco socialista de un pueblo que ha
donado su fortuna a Leslie, a la sazón diputado conservador. Los dos hijos del
párroco, Fred y Henry, asumirán esa decisión de muy distinta manera, se
desarrollará un juicio complejo al respecto –Mortimer fue un destacado abogado
en pro de la libertad de expresión de la prensa– y al final se desvelará la
razón de esa herencia extraña, desenlace que deja frío al no haber alcanzado la
novela la temperatura adecuada para anclarnos bien en la lectura.
Publicado en La Razón, 21-III-2013