jueves, 5 de junio de 2014

Una vida de aventura


En el reciente Gente, años, vida. Memorias (1891-1967), el escritor ruso Iliá Ehrenburg cuenta su paso por la España más turbulenta y cómo se relacionó con anarquistas antes y durante la guerra civil. “Conocí a Durruti en 1931 y al instante me cayó bien –dice–. Ningún escritor se atrevería a describirle, pues su vida se parecía demasiado a una novela de aventuras.” Pues bien, aquel que se hizo famoso por su lucha revolucionaria, que había cometido múltiples crímenes y había sido condenado a muerte en España, Chile y Argentina, expulsado de ocho países y hallado su fin a los cuarenta años en 1936, en Madrid –¿asesinado a traición por los suyos?, ¿a causa de un accidente con su propia arma?–, Buenaventura Durruti, ya tiene quien le describa.

Se trata del catalán Gonzalo Navajas, novelista y ensayista radicado como profesor en la Universidad de California, que ha urdido en El manuscrito Durruti una palpitante novela de investigación, por así decirlo, mediante un joven personaje que, desde Estados Unidos, siente una atracción imparable por un hombre considerado tanto un terrorista como un héroe. Lo cual, amparado por las viejas historias de su abuelo, las lecturas de Orwell y la compañía de dos chicas muy comprometidas con su proyecto en sendas etapas, quiere que desemboque en una tesis doctoral. Para ello el estudiante viajará a Barcelona y contactará con aquellos que pueden arrojarle luz sobre la vida del sindicalista, intentando que su pacifismo no interceda a la hora de estudiar tal “figura controvertida y ambigua”.


Publicado en La Razón, 5-VI-2014