viernes, 13 de marzo de 2015

Entrevista capotiana a Tomás Browne

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Tomás Browne.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
La celda de Rousseau.
¿Prefiere los animales a la gente?
A los animales, porque la mayor parte del tiempo soy un animal.
¿Es usted cruel?
Cruel en el sentido de que aún guardo la crueldad de quienes han sido crueles conmigo.
¿Tiene muchos amigos?
Tengo un montón de amigas también; y como me soportan creo que  cada uno de ellos y ellas valen por dos o más: soy muy afortunado.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sean muy buenos para aprender idiomas, porque puedo asegurar que el mío es más difícil que aprender sanscrito.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Solían decepcionarme las amigas de las cuales me enamoraba.
¿Es usted una persona sincera? 
Claro pues; no uso maquillajes, ni me pongo pachulí cuando estoy con los otros y conmigo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Como ando todo el día escribiendo y dibujando orgánicamente con mis palabras, como también cuidando a mi hija Alma de un año tres meses, no puedo creer que el tiempo sea más libre; así esta pregunta me pregunta ¿cómo prefiero ocupar el tiempo esclavo?
¿Qué le da más miedo?
Traicionar mi manera de ser por miedo, acaso me estuvieran, por ejemplo, torturando físicamente.  
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandalizan los prejuicios, la gente que no sabe recoger lo que uno dice, la gente que no tiene ‘hospitalidad’ que es, según la entendía mi abuelo, saber escuchar con inocencia al otro.  
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
A lo mejor me hubiera parado todos los días en una esquina a gritar para tratar de sacar lo que tengo adentro. En todo caso, pienso que uno ya es escritor para decidir no ser escritor; en ese sentido, pienso que sigue escribiendo para él mismo, al menos, con su voz interior.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Me encanta ocupar el taladro de tierra que me enseñaron a usar en Australia, para poder plantar una acacia o un eucaliptus; en general, me encantan los ejercicios físicos dentro de un trabajo. Por dar un ejemplo, prefiero hacer mayonesa a mano que levantar pesas.
¿Sabe cocinar?
Me encanta cocinar mi pan sin receta y sin tener que amasar. Esta es la receta: tres tasas de distintas harinas por dos de agua tibia mezclada con una cucharada de azúcar y una de levadura. En una fuente uno hace un volcán con toda la harina, y luego las dos tazas de agua con azúcar y levadura se vierten lentamente mientras uno revuelve. Cuando esté espesa la consistencia, uno agrega sésamo, linaza, lo que quieras, una pizca de sal, y está listo para llevarlo al horno, a 180° por 50  minutos. Queda exquisito. una vez que termine el proceso, hay que dejarlo una hora en un lugar calentito, abrigado con paños, para que suba. Luego hay que revolver de nuevo, y dejar por otra hora más el pan (abrigado, en paños), y entonces volver a revolver y traspasar la masa al molde, y dejar que suba un poco antes de llevarlo al horno. 
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Jemmy Button (aunque mi mujer acaba de escribir un poco de él), que fue un yagán (de una etnia en la zona austral de Chile) que los Ingleses lo tomaron y se lo llevaron a Inglaterra donde estudió y estuvo con los reyes, para luego llevarlo de vuelta a  donde lo habían encontrado.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
El verbo ser.
¿Y la más peligrosa?
Adjetivo. Vicente Huidobro siempre decía: cuando el adjetivo no da vida, mata.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Todavía nadie le ha hecho ningún daño a mi hija que es lo que más amo.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Nicanor Parra siempre decía: La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Un río, para que nadie me pase a llevar dos veces, y nadie pueda medirme, si es cierto que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Los vicios común y corrientes: el alcohol, el cigarro, la masturbación, el narcisismo,,,
¿Y sus virtudes?
Todos los días trato de tener más paciencia, porque es verdad que la paciencia es la madre de todas las virtudes.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
El dolor de mi hija, el dolor de mi mujer, el dolor de mi familia, el dolor de la asfixia, el dolor, el dolor.
T. M.