miércoles, 3 de mayo de 2017

Entrevista capotiana a Sergi Escolano

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Sergi Escolano.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Es curioso cómo la respuesta a esta pregunta evoluciona con la edad. Si me la hubieran hecho con 7 años habría contestado la planta de juguetes de El Corte Inglés. Con 16 años la respuesta sería la Mansión Playboy. A los 25 sería algún bar. Ahora me conformo con un lugar con wifi.
¿Prefiere los animales a la gente?
Como alimento sí.
¿Es usted cruel?
A veces no puedo evitarlo, pero sólo con la palabra.
¿Tiene muchos amigos?
Sí. Lo que no tengo es tiempo para relacionarme con ellos todo lo que querría.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
No busco cualidades en los amigos. Los amigos lo son o no lo son y cada uno puede tener cualidades distintas porque el contexto de amistad es diferente.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No se atreverán.
¿Es usted una persona sincera? 
Moderadamente sincera. Si fuéramos totalmente sinceros nuestra sociedad se desmoronaría.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Como, por desgracia, no me puedo dedicar profesionalmente a la escritura en mi tiempo libre escribo. Ahora que ya he quedado bien y que parezco un escritor de verdad dedicado en cuerpo y alma a la escritura confesaré que también hago alguna otra cosa como leer, ver pelis y series, navegar por internet, ver videos de gatos, tomarme una cerveza con mi mujer o con mis amigos, jugar con mi hija o clavar alfileres a mi colección de muñecos vudú.
¿Qué le da más miedo?
Que le pueda pasar algo malo a mi hija. La segunda cosa que me da más miedo es el Gobierno. La tercera es que haya un pulso electromagnético.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Muchas cosas: el poder de las religiones, la corrupción, la baja calidad moral de muchos políticos (muchos pero no todos), el culto a la ignorancia, las pseudociencias, el esoterismo, el periodismo deportivo, la telebasura, el capitalismo salvaje, el comportamiento de Europa con los refugiados, los que cobran pensiones vitalicias y aconsejan que nos jubilemos a los 70 años, los fondos buitre, la música que triunfa actualmente… y me escandaliza que no escandalice a más gente.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ya llevo una vida no tan creativa. Trabajo de informático para pagar la hipoteca.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Menos del que debería.
¿Sabe cocinar?
No. Soy muy torpe en la cocina. Cada intento ha puesto en peligro la integridad física de las personas cercanas. He desistido ya.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
George Orwell.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Mañana.
¿Y la más peligrosa?
Dios.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, pero soy consciente de que es ilegal.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Creo que la mejor política es la que intenta procurar el mayor bien para el conjunto de los ciudadanos. Pero se ve que no todo el mundo piensa así.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Mi gato Darth o Jordi Hurtado.
¿Cuáles son sus vicios principales?
No le llego a Bukowski a la suela de los zapatos en cuanto a vicios, así que no creo que sean muy interesantes.
¿Y sus virtudes?
Muchísimas, pero yo destacaría la modestia.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
El plato de aceitunas que yo pensaba que eran rellenas de anchoa y sin hueso.

T. M.