Era el año 1998. Publicaba mi primer libro, pero no en España, sino que era la editorial Eclepsidra, de Venezuela, quien hacía posible ese sueño. Se trataba de El atlas de la memoria, que había escrito, corregido y reestructurado durante mucho tiempo, pese a mi juventud. José Balza aportó un pequeño prólogo, y cuando los editores me vinieron a recoger al aeropuerto, pues estaba invitado a la feria del libro de Caracas aquel noviembre, la portada, con un niño pensativo, no me pudo gustar más. En Confieso que he vivido, Pablo Neruda explica ese momento irrepetible e imborrable de tener por vez primera el primer libro publicado. No me daré cuenta y de ese debut habrán pasado veinte años.
Ahora Balza ha reunido una multitud de textos sobre escritores, y ha incorporado ese prólogo que tanto me honró, titulado “La buena y joven muerte” –pues además él fue el presentador de mi libro en un acto que se celebró en la feria–, a su libro Play B (Fundación para la Cultura Urbana). Copio parte del texto de contracubierta:
“Desde el Delta del Orinoco hacia Beijing, Nueva York, Tikal, Martinica, Moscú, Salamanca, Cuzco, Caracas, Amsterdam, México o Atenas, el novelista José Balza ha llevado su cuaderno. La prueba de sus viajes, sus reflexiones, amistades y hallazgos acerca del cine, la música, la literatura, la filosofía se guarda en estas páginas. No se trata de una simple reunión de textos, escogidos al azar, para rescatarlos del archivo de diarios y revistas. Es un libro pensado orgánicamente, como una composición musical coherente. No contiene textos circunstanciales. Balza combina, de manera magistral, la crónica de viaje con la literaria, el aforismo con los ejercicios literarios, algunas versiones fragmentarias y libres de autores reconocidos y una entrevista final.”