domingo, 2 de diciembre de 2018

Entrevista capotiana a Pepe Mel


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Pepe Mel.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
El centro de Sevilla. Cada rincón te lleva al pasado, espacio – tiempo de la humanidad que yo disfruto.
¿Prefiere los animales a la gente?
Me gustan los animales, pero la gente es el espejo de lo bueno y lo malo en el que poderte mirar.
¿Es usted cruel?
No, no entiendo la crueldad bajo ninguna de las circunstancias.
¿Tiene muchos amigos?
No, la palabra amigo engloba demasiadas cosas. Conocidos si, amigos pocos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Sinceridad en lo bueno y lo malo, apoyo y cercanía.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
He tenido experiencias amargas. Ahora con 55 años me decepcionan menos cosas.
¿Es usted una persona sincera?
Demasiado, llega a ser un defecto. 
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Viajar con mi mujer por el mundo es el mayor de mis placeres.
¿Qué le da más miedo?
El dolor de mis seres queridos.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Lo hipócrita que se está volviendo la sociedad.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
En verdad mi caso es diferente, yo he sido futbolista profesional, y ahora soy entrenador, esa es mi verdadera profesión. La escritura es un escape para mí.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Obviamente sí.
¿Sabe cocinar?
Tengo una gran cocinera en casa, aprendo mucho de ella.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Desde muy pequeño me enganché con Julio Verne, Alejandro Dumas y Agatha Cristie. Mi personaje favorito sin duda alguna es Hércules Poirot.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Futuro.
¿Y la más peligrosa?
Promesa.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No, y no sería capaz.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Mi madre fregaba escaleras y mi padre trabajaba en una fábrica de forjador. No entiendo ninguna política que no ampare a la gente que lucha cada mañana por sacar a sus hijos adelante.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Historiador y arqueólogo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Me he criado como hijo único y soy posesivo y algo egoísta.
¿Y sus virtudes?
La sinceridad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mi mujer con la que llevo conviviendo 35 años, mi hija y todo aquello que dejé de hacer.
T. M.