Hoy, Fernando Sánchez Dragó, en su columna del diario El Mundo, ha tenido la amabilidad de citar mi libro El gran impaciente. Suicidio literario y filosófico (Ápeiron Ediciones), a propósito de una reflexión sobre la libertad de darse muerte. "En la OMS debería ser de lectura obligatoria", acababa diciendo. Le estoy muy agradecido.