miércoles, 1 de enero de 2020

Entrevista capotiana a Luisa Etxenike


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Luisa Etxenike.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una gran ciudad, porque las grandes ciudades son muchos lugares y muchos tiempos a la vez.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a las personas. Tal vez porque son capaces de creer, de rectificar, de transformarse.
¿Es usted cruel?
No. Conozco la crueldad,  la he visto, leído, escrito lo suficiente para mantenerme a distancia.
¿Tiene muchos amigos?
Tengo muy  buenos amigos, en plural.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
La generosidad, la naturalidad, la franqueza.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
La amistad es fuerte y al mismo tiempo frágil. Puede con todo y a veces se rompe con nada. Me ha pasado.
¿Es usted una persona sincera? 
Soy leal que es una forma reservada, discreta,  de sinceridad.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leer, observar aves, conversar.
¿Qué le da más miedo?
Nuestra capacidad para crearlo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La injusticia y todos sus sinónimos.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Mi primera formación universitaria es el Derecho. Habría sido abogada.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Nadar, andar.
¿Sabe cocinar?
Sí, soy vasca.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Cervantes.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Cambio.
¿Y la más peligrosa?
Indiferencia.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy de izquierda.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Música.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La impaciencia, que un defecto tan persistente en mí que me parece un vicio.
¿Y sus virtudes?
La capacidad de admirar. Y de interrogarme.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Seguro que muchas en las que aparece mi madre.
T. M.