jueves, 12 de marzo de 2020

Entrevista capotiana a César Antonio Molina


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de César Antonio Molina.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
La Torre de Hércules, el faro más antiguo del mundo, en mi ciudad natal de La Coruña.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a mi perro Lasi, mucho más que a otras personas.
¿Es usted violento?
En absoluto.
¿Tiene muchos amigos?
Más de los que puedo ocuparme.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
La lealtad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A veces sí, pero entonces dejan de serlo.
¿Es usted una persona sincera? 
Demasiado.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
No tengo tiempo libre. La lectura, escritura, el cine, las exposiciones, los conciertos y los viajes me lo ocupan todo.
¿Qué le da más miedo?
El dolor.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Todas las mentiras de los independentistas catalanes.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ni me lo puedo imaginar.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Caminar por las ciudades. Caminar todos los días. La mejor manera de pensar.
¿Sabe cocinar?
Nada. En absoluto. Pero lo mínimo para sobrevivir.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Dios.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor. Todo lo perdona.
¿Y la más peligrosa?
Fanatismo. Sectarismo. El imposible diálogo.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Nunca. Conozco muy bien los diez mandamientos.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Siempre he sido una persona de izquierdas, un socialdemócrata.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Yo mismo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Trabajar.
¿Y sus virtudes?
No tener rencor. No tener envidia. Ser pacífico. Ser dialogante. Escuchar. Tratar de ayudar.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Ya me pasó. De joven estuve a punto en una playa de mi ciudad. Los rostros de mis padres, los únicos que pensaba me podrían salvar dándome ánimo para volver a estar con ellos. Y así fue.
T. M.