viernes, 9 de octubre de 2020

Entrevista capotiana a Rafael Ávila

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Rafael Ávila.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Sin duda una biblioteca. Un espacio mágico, laberíntico… donde no falta el alimento. Leer, leer y leer.

¿Prefiere los animales a la gente? No. Prefiero las personas a la gente, excepto cuando se comportan como animales. Aunque los animales me encantan.

¿Es usted cruel? No, pero puedo serlo, es algo que he descubierto recientemente.

¿Tiene muchos amigos? No muchos. Los deseables y necesarios.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Lealtad, capacidad de escucha, sensibilidad, empatía.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No, al menos no más de lo que yo pueda decepcionarles a ellos.

¿Es usted una persona sincera? No, creo que no existen personas sinceras. Siempre tenemos un grado de hipocresía. Es el precio que pagamos para poder vivir en sociedad.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo, escribiendo. Viendo cine, paseando…

¿Qué le da más miedo? Sin duda el dolor, el propio, pero también el ajeno.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La situación política, la corrupción, la injusticia.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Tal vez me hubiese dedicado a la medicina o al derecho.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Caminar y correr.

¿Sabe cocinar? Algunas cosas que he convertido en especialidades. Pocos platos, pero con un resultado aceptable, al menos eso me dicen los amigos que invito a comer.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A Julio Cortázar. Es uno de mis autores preferidos.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Primavera.
¿Y la más peligrosa? Nacionalismo.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No. Nunca. Si no cuenta matarme a mí mismo.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Me considero una persona progresista. Con tintes anarquistas.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Me gustaría ser un pájaro.

¿Cuáles son sus vicios principales? Los más interesantes  son inconfesables, así que no puedo nombrarlos.

¿Y sus virtudes? No creo que tenga ninguna virtud, tal vez una… la paciencia.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? La imagen de mi hijo, el mar y los dos o tres momentos donde me he sentido feliz.

T. M.