viernes, 5 de febrero de 2021

Entrevista capotiana a Marta Santés

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Marta Santés.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Sin duda, en una casa rodeada de naturaleza, donde tuviese cerca a todos mis seres queridos. Que haya huerto, animales, mucha paz y mucho verde.

¿Prefiere los animales a la gente? A veces jaja. Tengo dos perritas, que son parte de mi familia, y en algunas ocasiones prefiero estar con ellas que con otras personas.

¿Es usted cruel? Nunca me definiría con esa palabra. Y tengo bastante seguro que ninguna persona que me conozca me llamaría así.

¿Tiene muchos amigos? Tengo un grupo de amigxs que conozco desde los dieciséis años. Y luego tengo a mis dos mejores amigas. Con cada unx de ellxs tengo una relación muy diferente y especial. Yo no soy de tener muchxs amigxs, pero lxs que tengo lxs adoro y son amigxs de verdad, de lxs que se alegran por mis logros y me apoyan cuando algo va mal.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Creo que lo que más me importa es que sean buenas personas. Luego puede tener los ideales que quiera, podemos tener una relación u otra, pero si es buena persona y es ella misma cuando estamos juntxs, para mí eso es lo importante.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No sé si tengo suerte de contestar no a esta pregunta o es que realmente he aprendido a no esperar que mis amigxs actúen como a mí me gustaría. Creo que lo más importante de la amistad, además de estar ahí para compartir momentos, para apoyarnos y alentarnos, es dejar que la otra persona sea como es, con sus defectos y sus virtudes.

¿Es usted una persona sincera? 

En la medida de lo posible, sí. No me gustan las mentiras, incluso si son piadosas.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Respondería esta pregunta con una palabra: soñar. Pero la voy a desarrollar; escribir, leer, trabajar en mis proyectos... Por supuesto, pasar tiempo con mis seres queridxs. Y el cine. Me encanta el cine.

¿Qué le da más miedo? Lo que más miedo me da, supongo que como a todxs, es que le pase algo malo a alguien querido.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Escandalizarse viene a significar lo mismo que mostrarse indignado o enfadarse, ¿no? Entonces muchas cosas: el odio injustificado, la ignorancia que puede hacer daño, la intolerancia, la injusticia.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? No me imagino mi vida sin dedicarme a algo creativo. El arte, todo lo que tiene que ver con él; el dibujo, la pintura, la música, la literatura, el cine... me apasiona. Si mi sueño no hubiese sido ser escritora, lo más seguro es que ya hubiese estudiado oposiciones para maestra de infantil.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Menos del que me gustaría jaja. Como dijo la gran Ana Milán, cuando hago deporte me siento descompuesta, como cuando alguien sale de detrás de la puerta y te da un susto de muerte, pues igual.

¿Sabe cocinar? ¡Sí! Y me encanta. De hecho me gusta preparar cosas nuevas, experimentar. F y yo nos metemos muchas veces en la cocina a hacer comidas muy ricas, nos relaja mucho.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? ¡Qué difícil! Un personaje de ficción, ¿verdad? Pues ahora mismo, lo que más pronto me ha venido a la cabeza ha sido Anne de las Tejas Verdes. Reconozco que conocí a este personaje en la serie Anne with an e, y ahora es cuando estoy siguiéndole el rastro. Me parece un personaje humano, sensible, extravagante, que muestra todo tipo de realidades con una dulzura y una emotividad preciosas.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amor. En todos los idiomas.

¿Y la más peligrosa? Odio. Sin duda.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No en sentido literal jaja.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Me decanto por los ideales que están a favor de las libertades y derechos de todas las personas, sea cual sea su identidad de género, su orientación sexual, su nacionalidad, su cultura, su edad... Todxs nos merecemos que nos comprendan y que nos respeten. Y merecemos de igual forma unos derechos dignos.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Un pájaro, para saber cómo se siente al volar por el cielo.

¿Cuáles son sus vicios principales? La escritura. Y la comida. Y los besos y los abrazos.

¿Y sus virtudes? Me considero una persona creativa, paciente, cariñosa y constante.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Madre mía, creo que se me pasarían muchas cosas. Tengo suerte, la verdad. Los ratitos con mi familia (mi madre, mi padre, mis hermanos y mis perritas), la sonrisa de mamá, la canción Fix you de Coldplay sonando mientras bailamos abrazadas, la colonia de papá, sus abrazos, los apretones de mi hermano pequeño, las risas que se me escapan con mi hermano Rubén, la suavidad y la dulzura de mis perritas. Y millones de momentos bonitos con F, su risa, su olor, su voz. Algunos momentos con mis amigxs y mis primxs, sus palabras bonitas, los momentos de carcajadas. Y la sensación inigualable de cumplir un sueño enorme que tengo desde que era una enana, como ganar el VII Premio Titania.

T. M.