viernes, 14 de mayo de 2021

Entrevista capotiana a Silvia Sánchez Muñoz

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Silvia Sánchez Muñoz.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Una casa de madera en buena compañía, con vistas a un lago en medio de un bosque, y por pedir que estuviera llena de libros y buen vino.

¿Prefiere los animales a la gente? En ciertas ocasiones, los perros son mi preferencia.

¿Es usted cruel? Cuando escribo me gusta serlo, sí. En la vida real, no, aunque alguna venganza merecida ha habido, para ser sincera.

¿Tiene muchos amigos? Tengo buenos  amigos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Comprensión, sinceridad y buena conversación.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Creo que hay que ser transigente en muchas ocasiones. Intentar entender.

¿Es usted una persona sincera? Espero que sí. O al menos lo intento. A veces demasiado, dicen que se me nota todo en la cara, para bien y para mal.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo, paseando, estando con mi gente. Y cuando se pueda, viajando.

¿Qué le da más miedo? La muerte de la gente a la que quiero.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Lo obsceno y la ignorancia.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Siempre me hubiera gustado estudiar Biología.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Me gusta mucho andar e intento ser perseverante con el yoga, no todo lo que quisiera.

¿Sabe cocinar? Me las apaño.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? ¡Buf! Siempre he tenido debilidad por Capitán Ahab de Moby Dick, un antihéroe en toda regla.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? «Futuro» y también «vida».

¿Y la más peligrosa? «Político».

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? En la ficción no me corto.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? De izquierdas. Me gustan los vientos que soplan hacía el oeste.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Sin lugar a dudas, un árbol.

¿Cuáles son sus vicios principales? Mejor me los callo.

¿Y sus virtudes? Soy muy perseverante y creo que bastante empática.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? ¡Que no haya tiburones!, siempre me ha agobiado pisar fondos oscuros, o sentir que algo te arrastra bajo el agua. No creo en eso de que ves toda tu vida pasar en un instante, bastante tendría con no morir de la ansiedad.

T. M.