sábado, 25 de junio de 2022

Entrevista capotiana a Aitor Iturriza Mendia

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Aitor Iturriza Mendia.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Si pudiera pagarme una casa, Donostia. Pero igual aprovecho la rigurosidad del cautiverio para seguir los consejos de Chicho Sánchez Ferlosio y no levantarme de la cama.

¿Prefiere los animales a la gente? Me quedo con la gente, que ya de por sí cubre un espectro amplio de la fauna y puede enseñar, como decía Ángel González, al perro ser más perro, al zorro más traidor y al león más feroz y sanguinario.

¿Es usted cruel? Espero que no.

¿Tiene muchos amigos? Todos los que quiero a mi lado cuando hay que celebrar o ponerse al pie del cañón cuando las cosas vienen mal dadas.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Tiendo a pensar que los amigos son como la familia, uno no los busca ni los elige, le tocan.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? A veces, pero ¿quién no lo hace?

¿Es usted una persona sincera? Intento serlo.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo y andando en bici (por separado, claro).

¿Qué le da más miedo? Tengo miedos atávicos. Los mundos subacuáticos de los lagos, el vacío en las alturas y los callejones sin salida.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? No hay muchas cosas que me escandalicen, pero creo en aquello que decía Pasolini de que escandalizar es un derecho y escandalizarse un placer.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Pescador en las islas Lofoten.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? El ciclismo siempre que puedo.

¿Sabe cocinar? No, pero lo intento.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A Karmelo C. Iribarren.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Harreman. En euskera significa “relación” y viene de “hartu” y “eman”, es decir “recibir” y “dar”.

¿Y la más peligrosa? Nunca.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? En estos tiempos que corren me conformo con ser un demócrata.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Guitarrista en una banda de rock.

¿Cuáles son sus vicios principales? El principal al que tengo que poner freno es a la compra compulsiva de libros.

¿Y sus virtudes? Intento ser honesto.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Un atardecer en el bosque o la playa de Las Landas.

T. M.