En 1972,
Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que
nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los
perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo
con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus
frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman
la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de
la vida, de James Nava.
Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder
salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Si eligiera algo así, no lo contaría
públicamente. Valoro mucho la privacidad y mi seguridad personal.
¿Prefiere los animales a la gente? Depende
del momento, del tipo de gente y del tipo de animales.
¿Es usted cruel? No es algo que vaya con mi forma de
ser. No le deseo a nadie el sufrimiento.
¿Tiene muchos amigos? Los que
son de verdad.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Honestidad, sencillez y una cierta afinidad de pensamiento o de gustos. Aunque
soy muy respetuoso con la forma de ser y pensar de los demás.
¿Suelen decepcionarle sus amigos? No.
¿Es usted una persona sincera? Sí, cada
día.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leer, escuchar
música, meditar, pasear y observar la naturaleza que tanto nos enseña.
¿Qué le da más miedo? La
tiranía ideológica que pretende silenciar a cualquiera que no esté de acuerdo
con sus postulados.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le
escandalice? Que el radicalismo de la izquierda impida con sus
políticas que la gente tenga acceso a buenos libros, cultura de calidad y
oportunidades reales para prosperar.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida
creativa, ¿qué habría hecho? Algo que me hiciera feliz.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Sí, me
gusta correr.
¿Sabe cocinar? Sí.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un
personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Si fuese ficticio,
a Shane, el personaje de la novela de Jack Schaefer, que más tarde fue llevado
al cine en la película conocida en España como “Raíces profundas”. Creo que es
el tipo de personaje que deja huella para siempre y encierra muchos mensajes. Y
si fuese un personaje real, a Jesús de Nazareth. Creo que la fe y la
espiritualidad siguen teniendo un importante papel en nuestras vidas y nos
hacen mejores personas. Sus enseñanzas siguen vigentes y enriquecen.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de
esperanza? Fe.
¿Y la más peligrosa? Tiranía.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Conservador.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Ya soy
todo lo que me gustaría ser.
¿Cuáles son sus vicios principales? No debo
tener porque no se me ocurre ninguno.
¿Y sus virtudes? Quien me conoce dice que:
sencillez, lealtad, generosidad, perseverancia, sinceridad…
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del
esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Formas de
sobrevivir como fuera. No soy de los que se resigna a ahogarse.
T. M.