Los 89 años de vida de Alexandr Solzhenitsyn son un caso extremo de cómo el encarcelamiento y la escritura, la denuncia del totalitarismo y el ensañamiento político se mezclan en un solo individuo hasta alcanzar una simbiosis total entre la vida sufrida y la creatividad literaria. A este escritor que padeció once años en un campo de concentración por atreverse a cuestionar la censura rusa le ha dedicado atención, desde muy joven, Georges Nivat (Clermont-Ferrand, 1935). Aquí, encontramos un magnífico estudio –traducido por Laura Claravall– del autor de «Archipiélago Gulag 1918-1956», al que califica de “alegre voz de alarma de esta prosa combativa y purificadora”. Consciente de que hay biografías de Solzhenitsyn desde la saña tanto como desde la hagiografía, este profesor emérito de la Universidad de Ginebra equilibra vida y obra a la perfección, y además de primera mano, pues trató en persona y por carta con el narrador ruso.
Publicado en La Razón (pág. 42), 18-XI-2023