martes, 20 de febrero de 2024

La Generación beat «encadenada por telarañas»

Beat. Esta palabra la usó John Clellon Holmes en un artículo del «New York Times Magazine», en 1952, y cobró fortuna. Este novelista había conocido a Jack Kerouac y Allen Ginsberg en 1948 en Nueva York y tomó sus vidas y obras, más la de otra figura de este círculo de amigos, Neal Cassady (1926-1968), para hacer su novela «Go», en la que por vez primera sale la expresión «generación beat», que a la vez está basada en conversaciones que tuvo con Kerouac. Este, por cierto, tuvo como amante fugaz a Carolyn, la que fuera esposa de Cassady, el mismo hombre al que todos admiraban por su energía y sociabilidad y que Kerouac convirtió en protagonista de «En la camino» con el nombre de Dean Moriarty. 

Y es que se trata de alguien que fue clave para que esta obra publicada en 1957 se llevara a cabo; en buena parte, tal cosa partió de unas cartas que Cassady le escribió a Kerouac, ahora editada en «La carta de Joan Anderson», de la mano del traductor Antonio-Prometeo Moya. Según el novelista, fueron epístolas «apresuradas, alocadas, confesionales, totalmente serias y llenas de detalles». A. Robert Lee, en el prólogo, comenta esta especie de «teatro epistolar» que recibió Kerouac, al que el estilo de su amigo le impactó sobremanera, hasta dar en llamar aquella misiva «el santo grial», también por parte de Ginsberg. El pretexto fue contar un romance que Cassady había mantenido cinco años antes con una chica.

Narrando esa peripecia amorosa, Kerouac descubrió una manera más fluida de escritura, amalgama de multitud de pensamientos dispersos pero brillantes, e incluso llegó a instalarse en la casa de Cassady para ponerse a escribir inspirado por tamaña carta, en realidad un relato literario. «Estoy encadenado por telarañas», se leía en el párrafo inicial, y en efecto ese tipo de frases, como refiere el propio Lee, invitaban a seguir leyendo y a inspirarse en esa poética de la improvisación, lo visionario y lo desenfadado, donde no se evitan acontecimientos dramáticos, como el intento de suicidio de Joan con un cóctel de agua oxigenada con amoníaco, añadido a un aborto.

Publicado en La Razón, 10-II-2024