Vicente Rueda Fernández (Zamora, 1912 - Madrid, 1940). Este es el pie de foto que abre un libro consagrado a dilucidar qué ocurrió exactamente con este hombre que fue acusado de pistolero y asesino. María Castro Hernández (Madrid, 1969), autora de una colección de relatos publicado y de cuatro álbumes infantiles, se encontró con esta historia hace cinco años por azar y la convirtió en una investigación. Su título nos lleva a la que fue la última carta que escribió Rueda Fernández a su familia, la madrugada de su fusilamiento, el 9 de agosto de 1940, que decía: “Es tan fuerte la noticia que no he querido comunicársela a mi queridísima madre porque me falta valor para ello. Sufrir yo, pero que no sufran mis criaturas queridas”.
La autora supo de todo ello gracias a una sobrina del protagonista, y se transportó de repente a una España en que “él también fue víctima de un sistema judicial sin garantías y de una época en la que la violencia tenía carta blanca para solucionar los problemas en el día a día”. Así, para entender aquellas circunstancias, Castro Fernández expone los hechos ocurridos desde el 5 de noviembre de 1936 en la asediada Madrid y, con un gran pulso narrativo y rigor documental –basado en la consulta de cinco archivos nacionales e históricos, tanto madrileños como zamoranos–, se hace vívido, fidedigno, ese periodo funesto de nuestro país, lleno de miedo y violencia extrema.
Con el apoyo de testimonios de los descendientes de Rueda y de cartas familiares, vamos conociendo qué fue de Luis Calamita, director del “Heraldo de Zamora”, detenido y llevado a prisión, sin que hubiera juicio de por medio; cómo, tas la victoria de Franco, a Rueda lo acusaron de aquel asesinato supuestamente orquestado por el tercer personaje principal del libro, el ministro de Gobernación del gobierno republicano, Ángel Galarza. ¿Era inocente o sirvió de chivo expiatorio?, se pregunta Castro Hernández, que empieza su texto yendo al cementerio de La Almudena, y visitando los restos del muro donde mataron a Rueda después de que fuera sometido a un juicio sumarísimo.
Publicado en La Razón, 6-I-2024