jueves, 5 de septiembre de 2013

Cuatro libros de la llamada generación beat


El pasado jueves, acompañando mi crítica de un libro sobre la generación beat, dediqué el escaparate de recomendaciones veraniegas a cuatro títulos relacionados con esos escritores.

William Burroughs, Yonqui (Anagrama)
Publicada en 1953, para su editor esta primera novela de Burroughs fue una pesadilla al comienzo en un tiempo en el que la censura aún se practicaba con contundencia. En ella, mediante un seudónimo, Burroughs hablaba de sus adiciones a las drogas (sobre todo la heroína), la vida en las calles, el sexo... Unos excesos que terminarían por conducirle a la muerte en 1981.

Jack Kerouac, En la carretera (Anagrama)
Esta es la edición del «rollo mecanografiado original» en el que trabajó Kerouac en papel de teletipo. Luego, al publicarse la novela, la editorial corregiría el texto añadiéndole puntos y comas, algo que lamentó el autor con profusión. Hasta tal punto que, una vez ya convertido en una celebridad, en cada uno de sus contratos siguientes estableció que nadie tocaría su prosa.

Allen Ginsberg, Aullido (Sexto Piso)
Esta obra, conocida antes de publicarse en 1956 por lecturas públicas en San Francisco, abrió la mentalidad de la época, pues el juicio que sufrió por obscena le dio una publicidad impagable. Ginsberg obtuvo una gran fama y se convirtió en el gran estandarte de la generación beat a partir de aquel momento. La edición viene ilustrada por el pintor y novelista gráfico Eric Drooker.

John Clellon Holmes, Go (Escalera)

Holmes conoció a Kerouac y Ginsberg en 1948 en Nueva York y tomó sus vidas y obras (más la de Cassady) para hacer esta novela, publicada cuatro años después, en la que por vez primera sale la expresión «generación beat», que a la vez está basada en conversaciones que tuvo con Kerouac. A éste le molestó que usara un material que era suyo, por más que la obra fuera un homenaje.