sábado, 12 de abril de 2014

Entrevista capotiana a Emilio Bueso

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Emilio Bueso.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Pues mi casa, supongo... Mi coche no tiene libros.
¿Prefiere los animales a la gente?
En mis libros la gente se folla a los animales. No te digo más.
¿Es usted cruel?
Yo lo que soy es un energúmeno.
¿Tiene muchos amigos?
Más que tiempo para pasar con ellos… De todos modos, y ya que nos ponemos a contar gente, a mí me define mejor el número de enemigos que tengo.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Yo no busco amigos, yo los encuentro.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
La humanidad, en general.
¿Es usted una persona sincera? 
Qué pregunta más gilipollas.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Haciendo cosas inútiles y vanas, como escribir.
¿Qué le da más miedo?
España.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Que los inútiles y los impresentables estén al mando.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Estuve tres años sin apenas escribir… Recuerdo que solía darle al senderismo, a una videoconsola y a la vida contemplativa. Era mucho más feliz así que ahora que mando a la imprenta una novela cada doce meses.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ahora corro, como buen cobarde. Antes solía nadar.
¿Sabe cocinar?
Sí. Diría que cocino muy bien algunos platos.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Si el Reader’s Digest me encargara un artículo yo dejaría de escribir artículos.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Yo no sé de eso, soy un hombre sin fe… Y ya casi he perdido todas mis esperanzas. Lucho por dignidad y por instinto, como cualquier otro animal.
¿Y la más peligrosa?
Poesía.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
La idea me ronda la cabeza a cada telediario que me pongo.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Quiero una guillotina en la Puerta del Sol.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Niño.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Protestar.
¿Y sus virtudes?
También protestar.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Pienso en mi hijo cada vez que las cosas pintan mal.

T. M.