viernes, 4 de septiembre de 2015

Entrevista capotiana a Oriol Nolis

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Oriol Nolis.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
La Tierra. Me parece un lugar bastante espacioso.
¿Prefiere los animales a la gente?
Por regla general, las personas que no la gente.
¿Es usted cruel?
Puedo serlo a lo Mae West: "Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor."
¿Tiene muchos amigos?
¡Y muy buenos!
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Mis amigos son leales, divertidos, inteligentes y leen mis entrevistas J 
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, escojo bien. O soy un tío con suerte.
¿Es usted una persona sincera? 
Lo soy conmigo mismo y eso, a veces, ¡es muy duro!
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
¿Viajando suena a tópico? En mi caso es la pura verdad. Unas veces el viaje requiere equipaje y muchas horas de vuelo, otras me basta con un buen libro.
¿Qué le da más miedo?
La enfermedad. ¿Me estaré haciendo mayor?
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La infinitud de la estupidez humana. Sigo siendo un poco naíf.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Leer, aunque no dé para vivir. Bueno, francamente, escribir tampoco. Al menos por ahora.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Cada día o pararía loco.
¿Sabe cocinar?
Llevo 4 años en mi casa y todavía no he encendido el horno. La cocina solo un día y por probar… ¿Hace falta decir más?
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A mi abuela materna, merecería una novela.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor. ¡No te sonrojes!
¿Y la más peligrosa?
Poder. Es radioactivo.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Esporádicamente, como quien se fuma un pitillo de vez en cuando.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Tiendo a votar.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Faraón. ¿Suena muy pretencioso? Bueno, a los siete años Dalí quería ser Napoleón y desde entonces su ambición no paró de crecer... ¿Sinceramente? Bastante trabajo tengo en intentar ser yo mismo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
No te los diré pero temo que cada día son más caros.
¿Y sus virtudes?
La verdad es que para mí no hay demasiada diferencia entre mis vicios y mis virtudes...
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La de una buena botella de vino tinto. Siempre he oído que el agua encharca.

T. M.