viernes, 17 de febrero de 2017

Entrevista capotiana a César Morales

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de César Morales.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
El mundo.
¿Prefiere los animales a la gente?
No, prefiero a la gente.
¿Es usted cruel?
No lo creo.
¿Tiene muchos amigos?
Los suficientes.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Nobleza.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
 A veces, aunque supongo que yo también lo haré.
¿Es usted una persona sincera? 
Sí.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Visitando lugares con historia(s).
¿Qué le da más miedo?
No lo sé.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
El cinismo y la hipocresía.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Lo que la vida me hubiera permitido.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí, con asiduidad. Carrera, remo y ciclismo.
¿Sabe cocinar?
Me defiendo.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Al primer ser humano que se dio cuenta de que lo era.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Esperanza.
¿Y la más peligrosa?
Diferente.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Algunas.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Las mías.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
El viento. A veces Céfiro, otras, Bóreas.
¿Cuáles son sus vicios principales?
El deporte y la buena mesa.
¿Y sus virtudes?
La constancia.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Ya he pasado por algo así. No pasa ninguna imagen, solo sabes que vas a morir.

T. M.