viernes, 28 de abril de 2017

Entrevista capotiana a Gonzalo Giner

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Gonzalo Giner.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi actual casa, aunque a ser posible la trasportaría tal y como es a Llanes, en Asturias.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a la gente, pero cuando falla sé que siempre están ellos.
¿Es usted cruel?
Con algunos de mis personajes sí. Algunas veces los he hecho sufrir mucho.
¿Tiene muchos amigos?
Por suerte sí. Son muchos y en muchos lugares; me siento muy privilegiado en ese sentido.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, complicidad, generosidad, disponibilidad…
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Ellos no. A veces me pregunto si yo los decepciono a ellos….
¿Es usted una persona sincera? 
Trato de serlo, aunque hay verdades que hay que vestirlas un poco antes de ponerlas en limpio.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo una buena novela en compañía de Bach, en un jardín y con veinte grados de temperatura ambiente.
¿Qué le da más miedo?
Con toda sinceridad el Alzheimer.  
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La espantosa inacción que demostramos con los refugiados; es la peor medida de nuestra actual sociedad occidental.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Crear otras cosas. La actividad más gratificante que disfruta el ser humano es ser capaz de crear; una vida, una idea, un enfoque, una pieza de arte, una relación…
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Camino con mi perro una hora al día y practico pádel dos días a la semana.
¿Sabe cocinar?
Me encanta, aunque lo practico poco. Ya se sabe, entre mi trabajo como veterinario, la escritura y las promociones queda poco tiempo para dedicarlo a esos menesteres…
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Churchill. Me parece la persona más fascinante, visionaria y capaz de todo el siglo XX. Aunque si se me permitiera, añadiría a Juan Pablo II. Ambos movieron el mundo poniendo el enfoque siempre en el hombre. 
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Respeto.
¿Y la más peligrosa?
La superioridad, por encima de las naturales diferencias. 
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Por supuesto que sí, pero solo a besos…
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Liberalismo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Me gusta ser lo que soy; un veterinario y escritor.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Me encanta el vino… Ufff.
¿Y sus virtudes?
Responsabilidad, respeto, amabilidad…
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Creo que acudirían a mi cabeza la imagen de mis padres, de los mis familiares que ya no están y los que sí están; mi gente.

T. M.