martes, 17 de octubre de 2017

Entrevista capotiana a David Hernández Sevillano

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de David Hernández Sevillano.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Después de pensarlo mucho creo que lo importante sería con quién estaría, más que dónde. En cualquier caso, puestos a fantasear elijo un pequeño pueblo costero, sin turismo.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero la gente.
¿Es usted cruel?
Sí, aunque lo controlo bastante.
¿Tiene muchos amigos?
No.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
El respeto es la base.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No.
¿Es usted una persona sincera? 
No siempre.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Jugando en familia, viajando, montando en bici, tallando madera, haciendo puzles, paseando…
¿Qué le da más miedo?
Perder lo que “creo” que “poseo”.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La falta de respeto por la vida en todas sus variantes.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Quizás habría desarrollado algún otro tipo de arte.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Bicicleta.
¿Sabe cocinar?
No mucho, pero hacer tortilla de patata se me da muy bien.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Creo que todos somos especiales, lo escribiría de mis hijos, la información es mucho más completa que de cualquier otra persona.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
El silencio.
¿Y la más peligrosa?
La palabra NO.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
El Amor. Aunque es bastante difícil ser fiel a esas tendencias.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Si fuese otra cosa no sería yo. Estoy bien así.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Soy cabezota.
¿Y sus virtudes?
Son insistente (es lo mismo pero desde otro punto de vista).
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Todo lo que no llegaría a ocurrir, a vivir si realmente me ahogo.

T. M.