Reproducción de uno de los retratos que se le hicieron a Whitman. Hice la foto en la tienda de la casa natal del autor, en Long Island.
Después de que saliera en el El Cultural una enorme reseña de El dios más poderoso. Vida de Walt Whitman, a los pocos días aparecía en la web de esa publicación un larga entrevista que Andrés Seoane tuvo la amabilidad de hacerme y que quedó realmente bien; la tituló, a partir de una de mis declaraciones, "La poesía de Whitman es un fármaco indispensable".