viernes, 22 de noviembre de 2019

Entrevista capotiana a Josan Hatero


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Josan Hatero.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una biblioteca.
¿Prefiere los animales a la gente?
Puestos a elegir, prefiero gente que ronronee cuando le acaricio el lomo.
¿Es usted cruel?
Solo conmigo mismo.
¿Tiene muchos amigos?
Probablemente más de los que merezco.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
El sentido del humor y la bondad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Solo cuando no me ríen las bromas.
¿Es usted una persona sincera? 
Odiaría tener que mentirte.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Sacándole jugo.
¿Qué le da más miedo?
Los fanáticos.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La crueldad. No puedo entender que una persona haga daño a otra a propósito. Pero especialmente me escandaliza cuando la maldad va dirigida a los niños o a la gente mayor. Me revuelve el estómago.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
¿En un mundo ideal? Jugar en la NBA.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Camino y nado. Echo de menos jugar al baloncesto y al tenis.
¿Sabe cocinar?
Sé alimentarme.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A la persona que le pone nombre a los medicamentos. Ese señor (o señora) tiene un sentido del humor enfermizo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Ojalá.
¿Y la más peligrosa?
Religión.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No, por favor. Me basta con ignorar.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Creo que la democracia de partidos debería desaparecer. La política debería ser burocrática, impersonal y rotatoria. Se deberían votar leyes, no personas. De hecho, sueño con el día en el que los robots dominen el mundo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Joven otra vez.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La duda... creo.
¿Y sus virtudes?
Doy muy buenos abrazos.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Conociéndome, seguramente de todas las oportunidades perdidas.
T. M.