lunes, 27 de enero de 2020

Entrevista capotiana a Estela Chocarro


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Estela Chocarro.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Elegiría como lugar todo un país, y creo que en ningún otro se vive como en España. Somos muy de celebrarlo todo, de aprovechar cada momento para el disfrute y eso es la chispa de la vida.
¿Prefiere los animales a la gente?
Para nada. Los animales me inspiran tanto respeto que los temo a casi todos. Las personas, en cambio, me generan curiosidad. Soy un ser social que necesita el contacto humano, aunque a veces la soledad es mi mejor compañera.
¿Es usted cruel?
En raras ocasiones. A veces lo puedo ser sin proponérmelo, pero procuro corregirme o disculparme en cuanto me doy cuenta.
¿Tiene muchos amigos?
No me quejo. Con tener unos pocos, pero buenos, me parece suficiente.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Valoro la sinceridad y la lealtad en las relaciones. Odio a la gente “chaquetera” e interesada.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No “suelen” porque cuando lo hacen dejo de esperar gran cosa de ellos y entonces es más difícil que vuelvan a decepcionar. El secreto de las relaciones es aprender a rebajar expectativas.
¿Es usted una persona sincera? 
No digo todo lo que pienso (es muy cruel), pero solo cultivo relaciones sinceras. Odio la falsedad.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Escribir y leer son mis dos pasatiempos favoritos.
¿Qué le da más miedo?
El sufrimiento, ya sea físico o emocional.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandalizo a menudo con la falta de empatía que detecto en el mundo, pero las agresiones a ancianos y a niños son algo que me llena de horror.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Siempre pensé en una profesión relacionada con la ficción. Dudé entre estudiar Imagen o Publicidad, y me decanté por la segunda porque había que elegir una. No creo que pudiera vivir sin echarle imaginación a lo que quiera que hiciese. Como mi profesión actual no es creativa, la escritura me da ese plus de realización personal. 
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Hago stretching dos días por semana, nado un día y, por lo general, me desplazo de un sitio a otro a pie.
¿Sabe cocinar?
Me defiendo, y hay algunas recetas de mi madre que me salen bastante bien. Pero no soy de perder mucho tiempo en la cocina. Lo mío es la comida sencilla, sana y, si es posible, rápida.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A cualquiera de los interpretados por Catherine Hepburn o a ella misma si se la puede considerar un personaje.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Empatía.
¿Y la más peligrosa?
Odio.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Nunca he querido matar a nadie, pero sí he llegad deseado la muerte de alguna que otra persona.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Siempre me he considerado una persona de centro izquierda.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Puede que una mariposa, por poner un ejemplo vistoso de insecto volador al que nadie haría daño. A veces envidio la sencillez de su vida y el placer que parecen sentir pululando de aquí para allá sin otro que hacer que disfrutar de la naturaleza.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Soy una persona muy sensible a los vicios: me ha gustado fumar y seguiría fumando si no fuese por mi marido, el buen vino, la cerveza selecta, la buena comida, el buen sexo… Me he vuelto bastante sibarita ;-)
¿Y sus virtudes?
No soy envidiosa (solo envidio a quienes escriben mejor que yo) ni me preocupa tanto la gente como para buscar venganza por agravios que haya podido sufrir. Vamos, que no haría daño a una mosca.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
En el plano positivo, pensaría que he vivido intensamente y he aprovechado los momentos que se me han brindado. En el negativo, sentiría que mis hijos se quedasen sin madre. También puede que me viniese a la cabeza alguna escena similar escrita años atrás.
T. M.