martes, 27 de octubre de 2020

Entrevista capotiana a Luis de los Llanos

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Luis de los Llanos.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? El lugar geográfico poco o nada importa, llegue a mi actual residencia de rebote, huyendo de la vida, de la gente, la familia, los prejuicios, la sociedad, para crear una nueva andadura con mi actual pareja y, a trancas y barrancas, ahí seguimos.

¿Prefiere los animales a la gente? No, aunque estoy seguro que alguien responderá que la gente son animales o que los animales también son gente.

¿Es usted cruel? Como ser humano está en mis genes. Lo soy, no me causa empacho confesarlo.

¿Tiene muchos amigos? No. Solemos confundir amigos con conocidos o compañeros de trabajo, etc.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Si los tuviera, lealtad estaría bien.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Si los tuviera, seguró que me decepcionarían tanto como yo a ellos.

¿Es usted una persona sincera? A ratos. La sinceridad es un arma mortal, usada indiscriminadamente te puede causar muchos quebraderos de cabeza.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo, escribiendo y compartiendo la vida con mi mujer. El orden es aleatorio y depende de las circunstancias diarias y por supuesto de la querencia de la dicha dama. Harto complicado.

¿Qué le da más miedo? La pobreza es una amenaza constante e inapreciable para los que somos pobres, pero tal y como caen los años sobre las costillas de uno la vejez me asusta cada vez más. Pobre y viejo es lo peor de lo peor, quizá porque tengo alguien que me quiere. Cuentan que no ser querido es aterrador.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La desvergüenza de los gobernantes que roban y mienten sin el menor pudor. Aunque es mucho peor la estupidez de los ciudadanos que a sabiendas los vuelven a votar una y otra vez. En definitiva la estupidez del ser humano es escandalosa.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Yo creo que nadie elige la actividad creativa que desarrolla con cierto agrado. No existe ese momento mágico en que surge la necesidad de crear: ¿qué hago, escribo, pinto, esculpo? No, las ideas bullen en tu mente no te dejan dormir, y un buen día, así sin vacunar ni nada, te pones a escribir o a pintar o a esculpir, pero solo para poder dormir. Y entonces no duermes por culpa del mismo proceso creativo que te obliga a escribir a pintar o a esculpir.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Cuido de un huerto y una viña, también un jardín. Y aunque no lo parezca vivir con alguien y adaptarse a sus necesidades, aun despues de cuarenta años, es agotador.

¿Sabe cocinar? No me moriría de hambre. Una vez que te comes tus primeros huevos, fritos por ti mismo, durante el servicio militar por supuesto, y te atreves con la tortilla de patatas, sin cebolla claro, y queda deliciosa. Hervir pasta o arroz o freir pollo o conejo, eso te otorga una autonomía reconfortante.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Difícil elección, sin duda elegiría a un perdedor porque de ellos se aprende. En mis novelas históricas siempre trato con perdedores: Pirro de Epiro, Aníbal Barca, Almanzor, Sila, Aurora la Vascona, Miramamolín, etc.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Vida.

¿Y la más peligrosa? Dios.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, pero mi suegra era un bicho mu venenoso.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Izquierda moderada. Es decir el comunismo está bien como teoría y poco más. Lo de: “a cada cual según sus necesidades y de cada uno según sus posibilidades”, estaría bien si hubiese un ente superior para juzgar y repartir. Si lo tienen que hacer nuestros semejantes vamos listos.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Millonario, sí por favor, por favor, por favor.

¿Cuáles son sus vicios principales? La lectura, lo que significa que compro seis libros cuando tengo una veintena pendientes de leer. Entiendo que es una respuesta aburrida pero la ficción no da para más.

¿Y sus virtudes? Son tantas que no caben en este cuestionario. Ver documento adjunto con el listado.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? ¡Joder con la pregunta! Vayamos por partes: ¿me ahogo en el mar, en una piscina, en la cama en mi propio vómito, con la cabeza metida en el horno de gas de la cocina, a causa de una galleta atragantada? Es que si no concretamos…

T. M.