sábado, 5 de diciembre de 2020

Entrevista capotiana a Lae Sánchez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Lae Sánchez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?  Me quedaría a vivir en Valladolid, cerca de los míos.

¿Prefiere los animales a la gente? No, pero a momentos las personas me dan más miedo que algunos animales peligrosos.

¿Es usted cruel? No, la crueldad es algo que no entiendo. Todos nos equivocamos y hacemos daño alguna vez, pero subir un escalón más con premeditación para llegar a la crueldad es algo de lo que siempre hay que huir.

¿Tiene muchos amigos? Amigos de verdad hay pocos. Tengo mucha gente alrededor, amigos pocos pero me considero una persona afortunada por la calidad de mis incondicionales.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Lealtad y cariño.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Mis amigos de verdad no, siempre pueden surgir malentendidos pero nada que no se solucione con la palabra. Hay que estar preparado para las decepciones, forman parte de la vida.

¿Es usted una persona sincera? Sí, me considero una persona sincera y a veces bastante directa.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Con amigos y familia, viajando y leyendo.

¿Qué le da más miedo? Me dan miedo ciertas despedidas para las que nunca estaré preparada.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La maldad.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Me hubiera gustado ser cantante, siempre elegiría alguna forma de expresión de sentimientos.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Practiqué baloncesto 16 años, actualmente realizo entrenamientos personales e hipopresivos.

¿Sabe cocinar? Sé comer, cocinar no es mi fuerte, ja, ja.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Elegiría a Frida Kahlo.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? AMOR.

¿Y la más peligrosa? GUERRA.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Quiero que gobiernen personas coherentes, justas, empáticas y líderes. En el mundo de la política hace faltan líderes. Me alejo de las injusticias y de la propaganda barata, me gusta la gente real que trabaja para que todo sea mejor aunque siempre alguien haya personas que no estén del todo de acuerdo.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Cantante.

¿Cuáles son sus vicios principales? La Coca-Cola y la colonia Nenuco.

¿Y sus virtudes? Lealtad, creatividad y perseverancia.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?  Me despediría de los míos mentalmente, creo mucho en las energías.

T. M.