martes, 7 de diciembre de 2021

Entrevista capotiana a Miguel Glez. San Martín


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Miguel González San Martín.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? No viajo demasiado, pero llevaría fatal no poder hacerlo.

¿Prefiere los animales a la gente? No. Sigo confiando en la bondad de los desconocidos, como decía Blanche  DuBois. Y todos los perros son admirables.

¿Es usted cruel? No.

¿Tiene muchos amigos? El número de amigos, o mejor dicho la percepción de tener muchos, decrece con la edad. Conservo unos cuantos de los buenos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Primero la bondad, después la inteligencia y la lealtad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Puede que a veces les pida demasiado.

¿Es usted una persona sincera? A veces más de lo conveniente.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Con mi gente.

¿Qué le da más miedo? No saber dónde estoy.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La creciente influencia de los tontos y los malvados.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Maestro de escuela.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Paseo y veo fútbol.

¿Sabe cocinar? No.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A Jay Gatsby.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? El amor.

¿Y la más peligrosa? El desprecio.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Socialdemócrata.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Mejor.

¿Cuáles son sus vicios principales? De las derrotas, que hable el enemigo.

¿Y sus virtudes? Creo que no soy mala persona. 

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Estaría a gusto, sin hacer nada especial, con las personas a las que quise y me quisieron.

T. M.