jueves, 17 de febrero de 2022

Entrevista capotiana a Manuel Júlvez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Manuel Júlvez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Europa.

¿Prefiere los animales a la gente? No siempre. Las arañas y las serpientes me dan miedo.

¿Es usted cruel? Pienso que no, pero eso depende a quién le pregunte.

¿Tiene muchos amigos? Los justos, no quiero más.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? La sinceridad y la disponibilidad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No, los tengo buenos, y no los examino a diario.

¿Es usted una persona sincera? Sí, pero no siempre. Soy escritor.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Escribiendo. De la literatura es difícil vivir.

¿Qué le da más miedo? Las entrevistas en las que se mide mi ingenio.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La corrección política. No hay nada más escandaloso.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? ¿Cómo sabe usted que llevo una vida creativa?

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Me gusta andar. Andando se me ocurren las mejores ideas.

¿Sabe cocinar? Dicen que sí.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? De los personajes inolvidables escribe todo el mundo. Yo lo escribiría desde el punto de vista de su odiador o del que lo envidió toda la vida. Elegiría cualquiera de los típicos.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? ELEUTHERIA: En griego palabra que designa a la capacidad de decisión del ciudadano libre, en tanto que miembro de pleno derecho de una estirpe y por ello ciudadano de una polis Implica una «libertad para» pero no una «libertad de».

¿Y la más peligrosa? Son tres: no te preocupes.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Todavía no.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? En este país, si quieres vender libros, es mejor que no te pronuncies políticamente, salvo si eres de izquierdas, claro.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Un escritor de éxito.

¿Cuáles son sus vicios principales? Los vicios que se pueden contar no son vicios.

¿Y sus virtudes? También son ocultas.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Pensaría en la feliz infancia y en los manguitos de goma que me ponía mi madre en la playa.

T. M.