miércoles, 20 de abril de 2022

Entrevista capotiana a Pablo Álvarez Almagro

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Pablo Álvarez Almagro.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Gijón.

¿Prefiere los animales a la gente? No, prefiero la gente a los animales, aunque los animales también me gustan.

¿Es usted cruel? Me temo que sí.

 ¿Tiene muchos amigos? Tengo unos cuantos, muchos o pocos dependerá de con qué (o quién) compares. Creo que más que muchos o pocos lo que importa es que sean buenos, y los míos lo son, lo que me hace muy feliz.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? No busco cualidades especiales en los amigos más allá de que haya una simpatía recíproca.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? La verdad es que por norma general no.

¿Es usted una persona sincera? La verdad es que tampoco.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo y escribiendo, viendo cine, escuchando música. Follando.

¿Qué le da más miedo? La muerte de las personas a las que quiero.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Escandalizarme a estas alturas me escandalizan pocas cosas, la verdad. Hay muchas cosas que no me gustan, pero me temo que ya estoy curado de espantos como para que la cosa vaya a mucho más.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Soy escritor, pero desgraciadamente para mí no llevo una vida creativa, tengo que trabajar para ganarme el pan en cosas nada creativas que poco tienen que ver con la literatura. Puestos a soñar no me hubiese importado ser una rock-star. Tampoco crítico de cine, o de música, o mejor, de cine y música.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Si pasear al perro no cuenta, no.

¿Sabe cocinar? Un poco. Me gusta y me divierte hacerlo, aunque no soy ningún experto ni mucho menos. Digamos que me defiendo.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Bueno, hay muchos personajes a los que admiro y sobre los que escribiría encantado para el Reader´s Digest, pero si solo puedo  escoger a uno, diré Joey Ramone.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Hereje.

¿Y la más peligrosa? Dios.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Sí. Más de una.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Cada vez creo menos en la política. Intento tener mi propia postura lo más independiente posible sobre cada asunto en particular según lo que buenamente mi pobre intelecto y mi absoluto desconocimiento de casi todo me dicten en cada momento. Ahora, si tuviera que definirme obligatoriamente, diría que tengo un ramalazo anarcoide más o menos pronunciado.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? ¿Si no fuera una persona se refiere la pregunta? No sé muy bien, puede que un pájaro porque debe molar la sensación de volar, aunque ellos me imagino que están acostumbrados y no lo perciben así. Diría un águila. Si cuando muera pudiese reencarnarme y elegir el sexo, para la próxima vez elegiría ser una mujer, por variar. Y si la pregunta se refiere a la profesión, entonces diría que escritor muy bueno que además vende millones de ejemplares de sus grandiosos libros y puede vivir cómodamente solo de eso, de escribir sus libros.  

¿Cuáles son sus vicios principales? A parte de leer, que es un vicio muy sano, diría que la marihuana, que no es tan sana como leer, pero tampoco es muy grave.

¿Y sus virtudes? Me temo que no deben ser muchas, pero en cualquier caso, esa  no es una pregunta para mí.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Supongo que un puto salvavidas.

T. M.