sábado, 23 de julio de 2022

Entrevista capotiana a Jesús Bastante

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Jesús Bastante.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Me imagino en una casita perdida en la montaña, con leña y una buena chimenea donde asar patatas, un buen despacho con vistas al lago donde nadie más pudiera entrar, y pudieran estar, desparramados por el suelo, mis papeles.

¿Prefiere los animales a la gente? ¿Qué somos, sino animales? Gente, que viva la gente.

¿Es usted cruel? Espero no haberlo sido nunca… 

¿Tiene muchos amigos? Todos y cada uno de ellos (ellas) imprescindibles. Sin ellos (ellas) faltaría algo. 

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Los amigos no se buscan, se encuentran. Es esa familia que la vida nos va colocando, sin necesidad de sangre.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Entonces, es que no lo fueron. O lo fueron únicamente para un momento específico. 

¿Es usted una persona sincera? (Nunca lo sabrás, jeje).

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Tengo poco, pero intento exprimirlo con mi hijo, Diego, un pequeño terremoto de tres años y medio. 

¿Qué le da más miedo? La posibilidad de permanecer en el mundo más tiempo del debido, y sin la gente que configura mi mundo. 

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La mentira, la violencia, especialmente contra los pequeños, la impunidad de quienes se creen por encima del bien y del mal. 

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Hubiera sido rico de cuna, para poder despilfarrar todo el dinero, y tener que trabajar para vivir.  

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Practicaba: soy ex maratoniano. Ahora, corro detrás de mi hijo, que no es poco. 

¿Sabe cocinar? Soy creyente, pero últimamente poco practicante. 

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Mi padre. Inolvidable y, curiosamente, murió de Alzheimer. 

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Inshalá. 

¿Y la más peligrosa? “Te quiero” (ya sé, no es sólo una palabra). 

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, pero sí desearle algún mal. 

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Me considero de izquierdas, moderado, y anti-polarización. No tengo futuro en las tertulias. 

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Soy moderadamente feliz siendo cómo soy, pero a veces un poco oso panda no estaría mal… 

¿Cuáles son sus vicios principales? Trabajo demasiado, duermo poco, pienso mucho… 

¿Y sus virtudes? Creo que soy una persona fiel. 

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Dicen que te pasa la vida en diapositivas. Nunca he sabido por qué, pero siempre imagino que lo último que veré será un ciervo.

T. M.