viernes, 14 de octubre de 2022

Entrevista capotiana a Martí Gironell

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Martí Gironell.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Mi casa dónde vivo ahora.
¿Prefiere los animales a la gente? La gente.
¿Es usted cruel? Creo que no.
¿Tiene muchos amigos? Amigos sí, buenos amigos no tantos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que sean auténticos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos? No, los buenos amigos, no.
¿Es usted una persona sincera? Creo que sí.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? En actividades que me relajen y me desconecten del trabajo. Correr, nadar, jugar a básquet.
¿Qué le da más miedo? Decepcionar a las personas que quiero.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La lista sería bastante larga…
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Guía turístico.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Sí.
¿Sabe cocinar? Sí.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Uff! Esto es muy difícil. Tengo una lista muy larga de personajes que considero irrepetibles, inolvidables.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Escuchar.
¿Y la más peligrosa? Mentir.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas? Catalanistas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Estoy bien como estoy. Me gusta lo que soy, lo que hago y no tengo la necesidad de cambiar.
¿Cuáles son sus vicios principales? La puntualidad.
¿Y sus virtudes? Dicen que la generosidad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Supongo que momentos vividos conjuntamente con mis hijos y mi mujer.
T. M.