viernes, 14 de abril de 2023

Entrevista capotiana a Jesús Sánchez Adalid

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Jesús Sánchez Adalid.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? No soy capaz de imaginar algo así. De verdad… No consigo situar ese lugar en mi mente.

¿Prefiere los animales a la gente? Sin duda alguna prefiero a la gente. Pero también amo a los animales. Tengo dos  maravillosos perros que diariamente me acompañan a caminar en pleno contacto con la naturaleza. Ese momento es muy especial. Siento que me entienden, y los tres compartimos momentos y estados de ánimo muy especiales. También me relaciono con los halcones; practico la cetrería.

¿Es usted cruel? No quisiera serlo. Pero pude llegar a serlo en algún momento sin ser demasiado consciente de ello. Ahora creo que no podría serlo…

¿Tiene muchos amigos? Muchos. Hay muchos nombres escritos en mi corazón.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Capacidad de perdón, comprensión, humildad, alegría, generosidad… Yo quisiera tener esas cualidades. Procuro no exigirlas a los demás, pero, cuando aparecen espontáneamente me hacen muy feliz.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? A medida que cumplo años, voy madurando en muchos aspectos. Uno de ellos es el de ser cada vez menos exigente. Procuro ponerme en el lugar del otro y no crearme muchas expectativas.

¿Es usted una persona sincera? En lo trivial, siempre me cuesta algún trabajo. Pero, en lo profundo, soy sincero.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Caminar, viajar, cocinar, leer…

¿Qué le da más miedo? El fanatismo y la intransigencia.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Los abusos en el seno de la Iglesia y cualquier clase de corrupción; en definitiva, la prepotencia y la impunidad.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Nunca pretendí ser escritor. Fue algo inesperado. Además, soy sacerdote y antes fui juez civil. Pertenezco a una familia de vinateros de larga tradición; no me hubiera importado trabajar en las bodegas familiares…

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Carrera de fondo, senderismo, Canicroos, natación y marcha de supervivencia. También practico la cetrería de bajo vuelo; que exige muchas horas de caminata en la naturaleza.

¿Sabe cocinar? ¡Me encanta cocinar! Es una verdadera pasión.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Isidoro de Sevilla.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? “Jesús” (Jeshua), palabra de origen arameo que significa "Dios salva".

¿Y la más peligrosa? “Guerra”.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Nunca.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? La fraternidad universal.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? No quisiera ser ninguna otra “cosa”, me identifico plenamente con mi humanidad.

¿Cuáles son sus vicios principales? Los tengo y los reconozco, pero no los publico.

¿Y sus virtudes? Las tengo y las sé identificar, pero no las aireo.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Sé que me pondría a rezar.

T. M.