domingo, 10 de septiembre de 2023

Entrevista capotiana a Francisco Álvarez Koki

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Francisco Álvarez Koki.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? En Galiza.

¿Prefiere los animales a la gente? Los animales son nobles y grandes amigos, pero prefiero las personas. Todavía me queda la esperanza.

¿Es usted cruel? No, no sería capaz de serlo nunca.

¿Tiene muchos amigos? Bastantes. Es necesario tener amigos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? La honradez y la sinceridad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No todos, pero siempre llevo alguna sorpresa.

¿Es usted una persona sincera? Sí, no podría vivir sin serlo.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo o haciendo deporte, paseando con mi compañera Lola.

¿Qué le da más miedo? La Humanidad y su maquinaria destructora.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La diferencia social y el impúdico pensamiento de los ricos.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Yo nunca quise ser escritor, quise ser ciclista. El duende me atrapo y aquí estoy.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Camino y ando en bicicleta.

¿Sabe cocinar? Se freír un par de huevos.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A José Saramago.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amor y amigo.

¿Y la más peligrosa? Muera la inteligencia.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, no podría.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Soy un poeta obrero, por lo tanto, sufro con las desigualdades.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Payaso, para hacer reír a los niños que no conocen la sonrisa.

¿Cuáles son sus vicios principales? Soy idealista y soñador.

¿Y sus virtudes? Honradez y sinceridad.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? El recuerdo de Lola, mis hijos y mis nietos.

T. M.