lunes, 18 de diciembre de 2023

La música nacida en una pensión de Nueva Orleans

Quien acuda a Hermosa Beach, California, podrá conocer el bar-restaurante con música en directo Lighthouse Café, que aparece en la película “La La Land” (2016), de Damien Challeze, en que el personaje que interpreta Ryan Gosling, Sebastian, le explica a la aspirante a actriz Mia lo que significa sentir ese tipo de música en vivo: pura emoción. El espectador también recordará cómo Seb afirma que no va a permitir que el mundo crea que el tiempo del jazz ha pasado y que su destino irremisible es morir en vida.

El neoyorquino Gunther Schuller murió el año anterior de que se estrenara la película, de modo que no pudo asentir o negar lo que Seb decía: que el jazz nació en una pensión de Nueva Orleans para que personas de diferentes lenguas pudieran comunicarse. Pero sin duda, este compositor, trompista y director de orquesta, que dirigió el Conservatorio de Nueva Inglaterra en Boston, estaría de acuerdo en que “el jazz es conflicto y compromiso… es algo nuevo cada vez”. En todo caso, cuando Schuller publicó “Los comienzos del jazz” en 1968 (traducción de Vicent Minguet y Francisco López Martín), el jazz aún tenía una presencia destacada, algo que en el siglo XXI añorará el purista Seb.

En concreto, Schuller se propuso escuchar toda grabación jazzística desde la aparición de los discos de este género hasta 1930, buscando responder qué hace que el jazz conecte con el público y lo diferencia de otros tipos de música. Consciente de que tiene mucho de improvisación y que desafía la notación y niega la existencia de una partitura, el autor explora lo único definitivo en este sentido: la grabación misma de tal o cual obra, y de esta manera hace un recorrido sobresaliente por los grandes hitos que dio el jazz en los años veinte, con sus mejores solitas y big bands. Es decir, aquel periodo que podríamos evocar con el artículo de F. S. Fitzgerald «Ecos de la era del jazz», donde el escritor expresó su nostalgia por una época que le había conferido fama, dinero y una continua noche de alcohol y música negra.

Publicado en La Razón, 25-XI-2023