martes, 23 de abril de 2013

Entrevista capotiana a J. M. Caballero Bonald


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de José Manuel Caballero Bonald.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Cádiz.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a la gente enemistada con la brutalidad.
¿Es usted cruel?
No a sabiendas.
¿Tiene muchos amigos?
No muchos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que se parezcan a mí.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Cuando dejan de parecerse a mí.
¿Es usted una persona sincera? 
Procuro no mentirme a mí mismo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Antes, en la navegación a vela. Ahora, en la vida contemplativa.
¿Qué le da más miedo?
El fanatismo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La sumisión, el gregarismo, la grosería.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Estudiar matemáticas.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Siempre me he distanciado de los deportes, como actor y como espectador.
¿Sabe cocinar?
Algún que otro plato, por supuesto de la cocina popular.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A nadie. No aceptaría el encargo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
El desarme universal.
¿Y la más peligrosa?
La industria armamentista.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Matar, no; herir, alguna vez.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy un libertario con gustos burgueses.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Matemático.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La abulia, la desgana.
¿Y sus virtudes?
La abulia, la desgana.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Pensaría en ese poema que todavía no he escrito.
T. M.