Será difícil encontrar, en lo que llevamos de siglo, una novela que
refleje mejor la coyuntura económica de los últimos años, el impacto de la
inmigración, la amenaza del terrorismo islámico en Occidente, la vida de los
nuevos ricos y el crack de las grandes corporaciones, el perfil sociológico de
los deseosos de capital, pero no sólo financiero sino también humano. Esa
novela, en las librerías el 2 de mayo, la firma el escritor británico John
Lanchester, y recrea lo que significa residir hoy en Londres.
El autor posee lo que creo que distingue a los narradores más talentosos:
un poder observación por todo lo circundante abrumador, de lo micro (actitudes
e instintos de las personas más variadas) hasta lo macro (el movimiento del
dinero en el mundo, el sistema urbano). Dice la solapa del libro, traducido por
Antonio-Prometeo Moya, que Lanchester nació en Hamburgo, pero creció en cuatro
ciudades de Asia y estudió en Oxford; que fue periodista literario y
futbolístico, redactor de necrológicas y crítico gastronómico. Toda esa
andadura vital le habrá llevado a poner su ojo narrativo a ras de calle, y la
calle es de por sí una infinita novela donde cabe todo.
De hecho, “Capital” expone las vidas de un gran número de personajes que
tienen en común que viven o trabajan en Pepys Road, en un barrio revalorizado
mediante la especulación inmobiliaria. Un joven jugador de fútbol, un banquero
ansioso por aumentar su patrimonio y su mujer derrochadora se irán mezclando
con una inmigrante de Zimbabue, un par de jóvenes musulmanes, una canguro
búlgara, un albañil polaco, una anciana moribunda y su triste hija… Por medio
de capítulos cortos, donde se alternan las actividades, deseos y fracasos de
todas estas gentes, Lanchester atrapa al lector de forma inmejorable, lanzando
un cebo detectivesco que afecta a ese vecindario, y es entretenido, profundo y
cercano a la vez. Impresionante.
Publicado en LaRazón, 25-IV-2013