lunes, 13 de mayo de 2013

Disquisiciones del hombre murciélago


El cine reciente ha puesto a Batman en el olimpo de los superhéroes, aún más si cabe, gracias a la trilogía dirigida por Christopher Nolan, compuesta por “Batman Begins”, “El Caballero Oscuro” y “El Caballero Oscuro: La leyenda renace”, y que llevó a la cima artística el género de las películas de salvadores de la humanidad con poderes especiales. La fuerza, calidad y magnitud de estas tres obras, alabadas por la crítica especializada y altamente taquilleras en todo el mundo, hizo que la figura de Batman se reinventara, adquiriera tintes dramáticos y épicos, tras unos filmes en los que había predominado el divertimento o una mirada más juvenil, comandados por Tim Burton y Joel Schumacher, de fines de los ochenta y comienzos de los noventa.

La historia de este personaje tras el que se oculta el multimillonario y filántropo Bruce Wayne ha sufrido muchos altibajos desde que viera la luz en 1939 en la revista “Detective Comics” –propiedad de la editorial neoyorquina DC Comics, que también publicó los tebeos del periodista extraterrestre Clark Kent desde el año anterior–, firmada por el artista Bob Kane y el escritor Bill Finger. Batman también sufrió la decadencia generalizada del género a inicios de los años cincuenta, aunque pudo mantenerse a flote junto al hombre del planeta Krypton. Como dice Joan Schenkar, biógrafa de la narradora Patricia Highsmith, quien se ganó la vida en su juventud como guionista de cómics: “En la jerarquía de los superhéroes, Superman era el primero y el mejor, el modelo para los cientos de superhéroes que vinieron detrás”.

El Hombre de Acero era intocable, pero a Batman se le llegó a cuestionar su sexualidad –por ello fueron incorporadas Batwoman y Batgirl– dada la cercanía a su ayudante Robin, y la censura de la época reprochó a los creadores que el personaje atentaba contra los valores de los jóvenes. A todo ello le siguió un descenso considerable de las ventas en las dos décadas siguientes, lo que vino a enmendarse con la aparición de la novela gráfica “Batman: The Dark Knight Returns”, de Frank Miller, en 1986. En efecto, el héroe volvía, y con más fuerza que nunca.

Pues bien, en breve, en concreto el 20 de mayo, llegará a las librerías “Batman desde la periferia. Un libro para fanáticos o neófitos”, un conjunto de textos de destacados narradores y ensayistas actuales que abarcan distintos aspectos de este murciélago consagrado a combatir el crimen en la ciudad de Gotham. Al cuidado de Laura Fernández, Enric Cucurella y Ana Pareja, e ilustrado por la joven artista Blanca Miró, el volumen ofrece miradas sobre el héroe como la del recientemente ganador del premio Herralde de novela, Juan Francisco Ferré, y el experto en postmodernismo Eloy Fernández Porta, o firmas internacionales vinculadas al mundo del cómic, como Greg Baldino, o el desaparecido, pocos meses atrás, activista cibernético Aaron H. Swartz.

En la introducción, los editores dan las claves de este personaje, testigo de niño de cómo asesinaban a sus padres a la salida de un teatro, y presentan diez textos que vienen a analizar psicológicamente el devenir del atormentado hombre que se enfrentó al Mal sin poderes milagrosos pero con la tecnología más puntera, así como a sus deseos de venganza y lamentos por fracasar en su empeño por hacer el bien. De hecho, uno de los ensayos lo firma Slavoj Zizek, filósofo nacido en Eslovenia especializado en teorizar, desde premisas próximas al psicoanalista Jacques Lacan, sobre asuntos en torno a la cultura popular. Así, el murciélago cambia la pared de su cueva por el diván.

Publicado en La Razón, 12-V-2013