Como prefacio a estos poemas, una “Confesión” por parte del
autor, sobre por qué escribe, qué alimenta tal necesidad. Bella y honda manera
de presentar esta antología poética a cargo de José Cereijo, quien define al
sujeto lírico que se esconde detrás de Javier Lostalé (Madrid, 1942) con «una
voz “en riesgo”, porque no pretende adquirir destrezas, y menos aún repetirlas,
sino ser descubrimiento perpetuo de una verdad íntima, de un alma». Del alma de
un solitario en la adolescencia, cuando empezó a concebir los poemas que iban a
configurar su primer libro, “Jimmy, Jimmy” (1976); del alma de un escritor que,
tras seis poemarios y una gran amistad con Vicente Aleixandre, que tanto le
marcó en lo literario y en lo personal, recibe ahora una unánime admiración, de
la que este “Azul relente” en fiel testimonio.
A la selección se le añaden seis poemas inéditos, bajo el
título de “El pulso de las nubes”, en los que se percibe cómo Lostalé, por
muchos años a la cabeza de programas radiofónicos de poesía, conserva su fina
delicadeza para desvelar intuiciones íntimas a través de un lenguaje que indaga
en el cuerpo, la tristeza, la distancia, la memoria… Temas universales que a lo
largo de su trayectoria se irán desnudando, al modo juanramoniano, para
quedarse, como ha declarado él mismo, en casi esencia mística, en torno aquí a
un relente –esa humedad, dice el diccionario, que en noches
serenas se nota en la atmósfera– de un color sólo visible para un verdadero
poeta.
Publicado en La Razón,
26-VI-2014