Felicísima
decisión ésta de reunir lo disperso dentro de lo unitario: los relatos breves y
extensos integrados en el corpus general de “La comedia humana”, título de lo
que Balzac quiso que fuera un estudio de costumbres de la vida francesa del
siglo XIX, tanto en el plano provinciano y parisiense, político y militar,
campesino y hasta filosófico. Social, en una palabra, en un todo que aglutinara
la sociedad que lo rodeó y conoció bien, pues su andadura se sumerge tanto en
la pobreza y el endeudamiento perpetuo como en el mundo aristocrático, esto
gracias a la condesa polaca Eveline Hánska, con la que empezaría una relación
en 1833 y contraería matrimonio.
Mauro Armiño,
responsable de la traducción y la edición, contextualiza cada una de las
veintisiete historias elegidas (quedan fuera las novelas cortas), algunas de
ellas tan emblemáticas como “La obra maestra desconocida” –que refleja su
continua preocupación por lo artístico–, explicando su momento de escritura,
posibles fuentes y singularidades destacables. Una de ellas es el hecho de que
en estas páginas, por un lado, se hallarán personajes que tendrán una gran
relevancia en obras mayores, como la condesa de Beauséant del relato “Un
episodio bajo el Terror” –luego en «Papá Goriot»–, y por el otro, se expondrán
por vez primera anécdotas que volverá a usar Balzac más adelante, como en el
caso del primer cuento, titulado “La bolsa” y su novela de 1831 “Piel de zapa”.
Todo un festín para el admirador de la narrativa decimonónica.
Publicado
en La Razón, 4-XII-2014