¿Indicará esta estatua-diosa de Repulse Bay, en Hong Kong, con su mano, algo sobre mis"tres dioses chinos"?
Tengo la inmensa satisfacción de
ver cómo hoy ya está listo este libro tan y tan especial para mí, publicado por Fórcola Ediciones, que nació a raíz de un largo viaje hace dos años desde Nueva York y
acabó en Hong Kong. Estas dos ciudades enmarcaron lo que fue un viaje turístico
a Pekín, Xian y Shanghái acompañado de tres personas más. Viaje que,
irremediablemente, tenía que irse convirtiendo en diario en ruta de lo que veía
y pensaba, y a la vuelta, hacerse crónica: itinerante, histórica, cultural,
literaria y, sobre todo, autobiográfica, pues el tránsito a tierras remotas
devino en última instancia adentramiento íntimo, viaje interior, memoria de
vida.
Texto de contracubierta:
China, civilización inabarcable y
siempre asombrosa, no deja de ser desconcertante para los occidentales por la
riqueza de sus matices: monumental en sus tradiciones milenarias a la vez que
poderosa y ferozmente capitalista. Todas estas facetas se abren paso en las
páginas viajeras de Toni Montesinos.
Con frecuencia irónico y a veces poético, Los tres dioses chinos destila a modo de diario, con
finura y desenfado, las emociones del viaje hacia Oriente, transformando en
crónica literaria la visita aparentemente turística a Pekín y Xian, cunas de la
China ancestral, y a Shanghái y Hong Kong, emblemas de la sofisticación
ultramoderna. Sus páginas suponen además un tránsito que la ulterior escritura
hace a lomos de evocaciones sobre la paternidad, el enamoramiento, la muerte o
la literatura, que ponen al autor en contacto con el sentido de la vida: con
sus recuerdos y anhelos personales, sus pasiones y temores más íntimos.
Una lectura sobre Montaigne, una
evocación televisiva de Marco Polo, un detalle artístico oriental son el
detonante de meditaciones que llevan al viajero y al poeta a reflexionar sobre
la verdadera razón de todo del viaje: el encuentro con uno mismo, mientras
contempla jardines, templos o rascacielos, o se duele de la historia de los
lugares singulares que encuentra en cada nueva etapa.
Toni
Montesinos, habitual cronista por Europa y América, esta vez emprende viaje
«más allá de Siberia», hacia Extremo Oriente, donde topará con el «misterio» de
los tres dioses chinos. Sus páginas, que desvelan una constante curiosidad no
exenta de melancolía, están trufadas de confidencias y desgarros interiores
sobre la sensualidad, la violencia, la música o el cine, configurando todo ello
un libro ameno y conmovedor en el que no faltan los paseos por la Gran Muralla,
«el mayor cementerio del mundo», o el asombro ante los Guerreros de Terracota
del emperador que deseó la más suprema inmortalidad.