Hace un par de años, reseñaba en La Razón el libro de Ruben Loza Aguerrebere Conversación con las catedrales (editorial Funambulista, 2014), en que recogía sus charlas con Borges y su viejo amigo Mario Vargas Llosa. Ahora anuncia nueva novela, El secreto de Amparo (Ediciones de la Plaza , Montevideo), de la que hablamos brevemente:
–¿Cómo
definirías las historias de tu nueva novela?
–El narrador es un escritor que viviendo
en un París emocional escribe en las terrazas de los famosos cafés parisinos
las historias de la joven Amparo, de su esposo Bebe Bauman y el pintor bilbaino
Manu Zabala, un artista plástico que se ha radicado en Minas y cuanto ocurre
allá. Esta historia sucedió treinta años atrás, conoce sólo el final de ella e
imagina como todo escritor lo demás. Mientras reconstruye esas vidas
relacionadas todas ellas con Amparo, también cuenta sus andanzas en París donde
va tras los pasos de una inasible musa.
–¿Por
qué elegiste Minas y París para situar la novela?
–La pequeña ciudad de Minas rodeada de
colinas azules que le recordaron al pintor Zabala su mundo natal de Bilbao, donde
vive Amparo y su esposo y amigos y el pintor vasco, es mitad verdadera porque
está en mi memoria de adolescente, y mitad imaginada porque en ella situé La librería. Y escribo sobre París
porque es una ciudad que amo y a la que visito asiduamente. Me dio mucho placer
escribir sobre ella.