miércoles, 25 de octubre de 2017

Entrevista capotiana a Cristina C. Pombo

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Cristina C. Pombo.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa.
¿Prefiere los animales a la gente?
En absoluto. Prefiero los libros a la gente. Aunque algunas personas me gustan mucho.
¿Es usted cruel?
Solo si me atacan.
¿Tiene muchos amigos?
Suficientes. Y muy buenos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Amor, honradez, valentía, inteligencia.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No. Los de verdad, no.
¿Es usted una persona sincera? 
Sí.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo.
¿Qué le da más miedo?
El dolor emocional.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La estupidez de algunas personas.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Frustrarme y ser infeliz. O quizá casarme.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí. Hasta hace poco no sabía lo divertido e importante que podía ser.
¿Sabe cocinar?
Poco, regular. En realidad, no.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
No lo sé… Me fascinan los personajes de la prensa rosa. Por ejemplo, mataría por ver la vida diaria de Isabel Preysler cuando cree que nadie la mira. Pero seguro que al editor de la revista no le gustaría mi elección, así que elegiría… No, no sé…
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Inteligencia.
¿Y la más peligrosa?
Incultura.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No sé si matar pero desde luego sí hacer daño. Mucho.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Feminismo. Con todo lo que implica para quien se moleste en saber lo que es.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Todo lo que no soy. Todo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Me da corte decirlos.
¿Y sus virtudes?
Me da (más) corte decirlas.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Navidades en León, veranos en Villalba, Serrat en el radiocasete del coche, tortilla y pimientos en Monteferro, mis padres y mis hermanas, festival de villancicos del cole, primeros libros, primeras veces de casi todo, pisos y ciudades en las que viví, amores, amistades, ligues, drogas, música, noches salvajes, libros, series, películas, momentazos… Uy, no sé, esta pregunta es muy difícil.

T. M.